Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
El próximo 24 de febrero se cumplirán 7 años de la reapertura del Teatro Martí. A propósito de este festejo, esa institución cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) convoca a sus seguidores en Facebook (https://www.facebook.com/TeatroMarti) a compartir recuerdos que conserven; ya sean poesías, décimas, anécdotas, y fotos históricas de personalidades y artistas, relacionados con el recinto.
De manera particular, los niños y adolescentes participantes podrán enviar dibujos relacionados con el coliseo, y las figuras del Héroe Nacional y el Historiador de La Habana, Dr. Eusebio Leal Spengler (11-9-1942 / 31-7-2020) al correo electrónico teatromarti@patrimonio.ohc.cu o a la página web del Martí, donde todos los lunes y viernes de febrero se publicarán los mensajes recibidos.
A causa de la crisis epidemiológica que vive el país, por la Covid 19, los especialistas del Teatro Martí han concebido acciones para que sus seguidores interactúen a través de su página de Facebook. Una vez que las condiciones lo permitan, volverán a abrirse las puertas del Coliseo de las cien puertas y se engalanará nuevamente el escenario de esta joya de la arquitectura cubana, tan visitada por los habaneros y cubanos todos.
Luego de cuatro décadas de cerrado al público, el 24 de febrero de 2014 se reinauguró el Teatro Martí, cuya rehabilitación fue valorada por el Dr. Leal como un tributo pequeño y modesto a la obra de la nación cubana. En 2015 el coliseo recibió el Premio Nacional de Restauración.
El 8 de junio de 1884 se estrenaría el recinto, por su constructor, Ricardo Irijoa. La edificación, que tenía en su interior columnas de hierro fundido, pisos de mármol, alfombras, cortinas, espejos y lunetas de hierro, se distinguía, además, por una ventilación y acústica excelentes. También, sus adelantos tecnológicos permitían, mecánicamente, colocar el piso de la platea al nivel del vestíbulo y el escenario para la realización de bailes y otras acciones culturales.
Por la programación de sus obras del teatro bufo cubano y su céntrica ubicación, el coliseo alcanzó una gran aceptación popular. En 1899, Enrique Pastoriza compró el teatro a los herederos de Irijoa, y durante un tiempo se llamó Edén Garden.
En 190l lo rebautizaron con un apellido que lo dignificaría: Martí, y al siguiente año quedó inscripto en la historia nacional al servir de sede a la Asamblea Constituyente encargada de redactar la primera Carta Magna para la República de Cuba, que se estrenó el 20 de mayo de 1902.
Fue el poeta bayamés José Fornaris quien denominó al inmueble como el Coliseo de las cien puertas, que se inauguró con una función en beneficio del convento El Buen Pastor, protagonizada por aficionados.
En la instalación se ofrecieron bailes públicos y diversos espectáculos: desde compañías de bufos criollos y del circo de don Santiago Pubillones hasta zarzuelas, operetas, vodeviles y el estreno en Cuba de la ópera La Boheme, de Giacomo Puccini.
Ya en 1931 comenzó la temporada de teatro vernáculo de la Compañía de Manuel Suárez y Agustín Rodríguez, con Gonzalo Roig y Rodrigo Prats como directores de la orquesta y maestros concertadores, la cual se extendería por más de un lustro y consolidó el arte lírico criollo mediante los estrenos de varias de sus más representativas obras. Entre esas piezas estuvieron Rosa la China, de Ernesto Lecuona; Soledad, Amalia Batista y María Belén Chacó, de Rodrigo Prats; y Cecilia Valdés, de Gonzalo Roig.
En las carteleras del Teatro Martí se inscribieron en ese entonces los nombres de Rita Montaner, Caridad Suárez, Miguel de Grandy, Hortensia Coalla, Maruja González, Zoraida Marrero, Zoila Gálvez, Elisa Altamirano, Arturo Vila, Fernando Mendoza, Lolita Berrio, Consuelo Novoa, Luz Gil, Arnaldo Sevilla, Julito Díaz, Carmita Ortiz, Julio Richard, Julio Gallo, Humberto de Dios, y Federico Piñero, entre otros.
