Conciertos de fin de año en sala habanera

Por Raquel Popa Sosa  y Teresa de Jesús Torres Espinosa

Con dos maravillosas propuestas de concierto despide el año, la sala Ignacio Cervantes, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, ubicada en Prado esquina a Ánimas, en el Palacio de los Matrimonios de Prado.

Así, el jueves 24 de diciembre, a las 11:00 a.m., se ofrecerá un Concierto de navidad, donde participarán jóvenes estudiantes de los niveles,  elemental y medio que cursan estudios en la escuela de música Paulita Concepción.

La presentación estará dedicada a las maestras Lourdes Rodríguez Cuervo y Laura Vilar Álvarez, profesionales que han realizado interesantes proyectos para el desarrollo pedagógico de la apreciación artístico-musical en los planteles escolares de música.

Los intérpretes han sido estudiantes de ambas maestras, y para ellos tocar significa un gran impulso, motivación y entrenamiento profesional, al poner en práctica las habilidades y conocimientos adquiridos.

En el programa se escucharán obras de Henri Vieuxtemps, Charles Dancla,  Giovanni Battista Viotti,  José White, Georg Friedrich Händel y  Federico Chopin, que se incluyen entre las mejores piezas de cámara de todos los tiempos.

En tanto, para el sábado 26, a las 6:00 p.m., podrá disfrutarse del Concierto de Cucurucho Valdés y su grupo. Su perfil se inclina hacia la música tradicional cubana desde el piano, y desarrolla un trabajo de investigación de sonidos para rescatar la obra de su abuelo Bebo,  lo que le permite recrearlos y buscar timbres más contemporáneos, sin perder el sabor y color musical de sus raíces.

Roberto Carlos Rodríguez Valdés, Cucurucho Valdés, se ha convertido en uno de los más importantes músicos cubanos, y, aunque reside en la Isla, su arte es reconocido en los más exigentes escenarios internacionales.

Comenzó sus estudios desde temprana edad y participó activamente en Festivales musicales infantiles y concursos, así como integró la orquesta infantil Los aragoncitos. Durante esa etapa mereció una beca en Alemania y, a su regreso, se dedicó a cultivar los ritmos populares cubanos.

El artista formó parte de varias agrupaciones: el grupo de jazz de Mireya Escalante, la Charanga Habanera, la Charanga Forever, el grupo de Isaac Delgado y el de Paulo FG. A partir del 2000 y hasta el 2014, trabajó  en la orquesta de Juan Formell y los Van Van, donde recibió  tres nominaciones a los Premios Grammy Latino.

Junto al Tren Musical de Cuba, alcanzó gran  madurez artística, lo cual le permitió consolidar formas creativas y sonoridades propias que lo llevaron al desarrollo de su actual proyecto musical.

La presentación de Cucurucho Valdés y su grupo ha sido posible gracias a la colaboración del sello de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), Musicuba y el Instituto Goethe.

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