Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Doce estudiantes de 6to grado de la escuela primaria Quintín Bandera del Consejo Popular de Jesús María, de La Habana Vieja, participaron en el Taller infantil Niños Guías del Patrimonio, efectuado en el Museo del Ferrocarril de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCH).
El taller abarcó 5 sesiones y transcurrió durante dos semanas de noviembre y un último día de cierre, con un recorrido final, conducido por la institución, en el que niñas y niños se adentraron en la historia de ese medio de transporte en el país, que se remonta a 1837, cuando Cuba se convirtió en la séptima nación del mundo y primera de Iberoamérica en explotar un camino de hierro.
Las dinámicas de trabajo promovieron en los educandos un acercamiento al patrimonio ferroviario cubano, a partir de la interacción con las exposiciones de las diferentes salas y galerías.
La antigua Estación Cristina –hoy Museo del Ferrocarril de Cuba– acogió el taller, que reforzó contenidos dirigidos a rescatar el valor de piezas importantes, como las locomotoras longevas La Junta y la Manning, además de la llamada locomotora de Fidel.
También los niños conocieron acerca de los diferentes medios de comunicación utilizados en las estaciones que establecían contacto con los maquinistas, las señales visuales y sonoras para garantizar la seguridad del movimiento en la vía, los talleres e instrumentos empleados en la reparación de vagones y locomotoras, así como la construcción de piezas.
Por otra parte, se estimuló el trabajo de grupo y las relaciones con los participantes, y el desarrollo de habilidades comunicativas para exponer la información a los visitantes. Resultó, sin duda alguna, muy enriquecedor el vínculo establecido entre los estudiantes y la localidad donde viven, lo que propició el rescate de sitios de interés histórico y cultural de la comunidad, y promover el amor y el cuidado hacia el entorno.
Para la materialización del Taller infantil Niños Guías del Patrimonio se contó con el apoyo del Proyecto de Cooperación Internacional para el Desarrollo Local, desarrollado por PADIT Habana y la colaboración del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Cuba (PNUD), la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), la Embajada de Italia en Cuba, la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), con financiamiento de la Xunta de Galicia.
Cristina fue una de las tres grandes estaciones ferroviarias de La Habana en el siglo XIX, y la única superviviente. Construida de madera en 1861, se trata de una instalación que ha sufrido importantes modificaciones. El 19 de noviembre de 2002, se inauguró allí el Museo del Ferrocarril de Cuba, y la añeja estación recibió la condición de Monumento Nacional.
A partir del 1ro de julio de 2012 la institución se integró a la OHCH, y desde finales de 2014 comenzó en sus predios una restauración capital a causa de su marcado deterioro, pues, además de sus más variados usos, sufrió desastrosas intervenciones que la lastimaron.
En ocasión del cumpleaños 500 de La Habana, reabrió sus puertas, y de esta manera se revitalizó una edificación única, de relevancia histórica para el patrimonio industrial habanero. Allí se exhibe una colección de locomotoras de vapor, resultado de la labor de rescate emprendida por la OHCH en centrales del país, donde estas centenarias máquinas, luego de una larga vida dedicada a la industria azucarera, se encontraban en desuso.
Desde el punto de vista de la museología, museografía, diseño y equipamiento, y respetando el espíritu original del inmueble, el Museo del Ferrocarril de Cuba es un recinto contemporáneo. Dispone de tecnología moderna y carácter interactivo, lo cual propicia al público conocer la historia del ferrocarril, las características de los equipos exhibidos e interactuar con ellos.