Por: Dr. Arq. Daniel Taboda Espiniella
”Interior de la casa de la Obra Pía” (Planta Noble)
La planta noble resguarda la privacidad histórica del área familiar y se nos ofrece como museo ambientado de la época colonial junto al más antiguo Museo de Arte Colonial, en la Plaza de Catedral. La visita de ambos, enriquece cualquier otra visión o descripción posible de la arquitectura y su rico contenido en exhibición. Nada puede sustituir la visita real, pero hoy, ahora, intentamos suplirla.
Una vez vencida la tercera rama de la escalera, se traspasa el arco trilobulado de acceso a la galería y se observa la robusta baranda original, de balaustres torneados y poderosos pasamanos de madera que siempre se conservó en la tercera crujía añadida y que, en la intervención de los 60/70, solo hubo que llevarla a su lugar y completar algunos faltantes.
La casa de Mercaderes, de la primera época constructiva, se recuperó en toda su austeridad de una arquitectura del siglo XVII, incluido el extraño y largo balcón esquinero con baranda de hierro, seguramente una modificación histórica de la expresión constructiva, una modernización que siempre atrae a los dueños con capital y que curiosamente alcanza el desarrollo de las dos fachadas, aunque por Obrapía, siempre se construye el balcón con baranda aislado en cada vano.
La conservación del diseño de puertas y ventanas propio de cada época, de lo mejor del siglo XVII y del siglo XVIII, con el uso de doble carpintería del siglo XIX en el Salón de Fiestas, constituye un catálogo propio de esta casona, único, muy difícil de encontrar en otro lugar. Los locales más importantes como el citado salón, para ocultar el recio enviguetado (vigas de igual altura, pero diverso ancho) recibieron falso techo de tabloncillo y masilla, de recta y robusta cornisa moldurada y al eje mayor del techo tres plafones.
Como caso excepcional se conservó a través del tiempo y las distintas ocupaciones generacionales la puerta de entrada a este salón de 4 hojas enterizas de piso a techo, con sus herrajes y bisagras de gozne originales. No se descolgó de su sitio, se restauró en el lugar, igual que la carpintería del vano con balcón integrado a la portada principal. Ambos, interiormente, están realzados con una sencilla jamba estriada típica del neoclásico del siglo XIX habanero.
Este gran salón lindaba con la crujía de fachada lateral primitiva de la casa esquinera, verdadero muro medianero que en algún momento fue exterior y más tarde, cuando se completa todo el resto de fachada por Obrapía y la portada principal, aquel muro medianero fue aligerado por un ancho arco cortado, apoyado en dos sencillas columnas y tramos del muro correspondiente, como un motivo Paladio, solución repetidísima a principios del siglo XX, (ya en el eclecticismo, separando salas y saletas), logrando que aquel dormitorio mantuviera la puerta de acceso primitiva desde la galería, su correspondiente vano de fachada con balcón y se ampliara así el gran salón, creando un espacio menor y discreto para uso familiar de recibo y que, para las fiestas, sirviera de escenario, ámbito propio para cantantes, declamadores o demostraciones musicales de pequeño formato.
- Podemos recordar un salón ocupado a la caída de la noche y las primeras luces de velas encendidas agitadas por la brisa tropical cruzada entre la calle y el patio. Doy pie a mucha fantasía y rienda suelta a la imaginación, y me pregunto cómo, cuándo y dónde observaría la servidumbre esclava el desarrollo de una de estas festividades y los grandes trajines en la cocina, que resulta ser otro elemento imprescindible junto al traspatio y cerca del comedor abierto a dos grandes espacios protegido de la intemperie por las galerías de la obra traviesa.
(Continuará el próximo viernes)
Equipo de trabajo:
MsC. Marbelys Giraudy Gómez
Dr. Arq. Daniel Taboada Espiniella
MsC. Denny Cabrera Acosta