Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Con una breve visita a la pequeña exposición inaugurada en el Museo de la Ciudad, que incluye prendas de vestir del Historiador, Dr. Eusebio Leal Spengler ((11-9-1942 / 31-7-2020), comenzó el atípico andar Plaza de Armas y Castillo de La Real Fuerza, que reunió a un limitado público a causa de las limitaciones que impone la Covid 19 en el país, sobre todo en La Habana.
Andy Gómez Hernández y Oireniel Torres Sevila, especialistas del Museo de Arqueología y del Castillo de La Real Fuerza, respectivamente, guiaron el recorrido, en el cual los participantes conocieron detalles del antiguo Palacio de los Capitanes Generales, donde a finales de la décadas de los años 60 de la pasada centuria, el Dr. Leal continuara la obra iniciada por su predecesor, el Dr. Emilio Roig de Leuchsenring.
Gómez Hernández explicó que, en ese entonces, el recién desaparecido intelectual efectuó excavaciones arqueológicas en la majestuosa edificación
–sede de gobiernos–, que ocupó parte del espacio de la demolida Parroquial Mayor, y salieron a la luz restos de enterramientos en ese templo y piezas de cerámica mayólica, que hoy se exhiben en museos como el de Arqueología, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
A continuación, se refirió a la Plaza de Armas, primero pública y luego destinada a paradas militares, que adquirió su diseño definitivo durante el gobierno del Capitán General de Cuba, Miguel Tacón (1834-1838), se le agregaron fuentes y áreas verdes. En su centro se colocó una estatua del monarca español Fernando VII que estuvo allí hasta 1955, cuando fue sustituida por la del Padre de la Patria y primer presidente de la República en Armas, Carlos Manuel de Céspedes, obra del artista cubano Sergio López Mesa y que le dio el nombre actual a ese atractivo entorno.
Otra de las esculturas que mencionó el especialista fue la de Carlos III –que data de 1798, una de las más antiguas de Cuba–, cuyo sitio original estuvo en el lugar que hoy acoge a la Fuente de la India . Desde 2017 está situada a un costado de la fachada principal del antiguo Palacio del Segundo Cabo, junto a la de Fernando VII.
Finalmente los andantes penetraron en el Museo Castillo de La Real Fuerza, la edificación más añeja de esa zona y primera fortaleza abaluartada de América, que abrió sus puertas en 2008 como museo sobre la construcción naval en La Habana. También en ese recinto, como temática secundaria, se abordan la Arqueología terrestre y subacuática, y en ese sentido se exhiben elementos domésticos, militares y religiosos, resultado de hallazgos arqueológicos, y parte de los tesoros de la Flota de la Nueva España.
El joven Oireniel Torres Sevila comentó, además, a los presentes acerca de La Giraldilla, el símbolo más antiguo de la capital cubana y la primera escultura fundida en Cuba. El gobernador y Capitán General de la Isla, Juan Bitrian y Viamontes, fue quien ordenó hacerla entre 1630 y 1634, muy parecida a la ubicada en la Catedral de Sevilla, España, llamada Giralda. La Real Fuerza está coronada por una réplica de La Giraldilla, en tanto la original le da la bienvenida al público que visita esa institución patrimonial. Para concluir, los andantes apreciaron la colección de Arqueología subacuática, sui géneris en Cuba, que atesoraba la empresa Carisub S.A.
Durante el mes de agosto, como parte del programa Rutas y Andares para Descubrir en Familia, se continuarán realizando recorridos con limitación de personas y previa reservación, por las cuatro plazas restauradas en el entorno colonial de la capital cubana: Plaza de Armas, Plaza de la Catedral, Plaza Vieja y Plaza San Francisco.