Salas restauradas en el Capitolio Nacional

Por Teresa de Jesús Torres Espinosa

Una escalinata de 55 peldaños conduce hasta el pórtico del más majestuoso edificio habanero: el Capitolio Nacional, hoy sede del Parlamento cubano.

Desde que fuera reinaugurado en noviembre de 2019, a propósito del 500 cumpleaños de La Habana, tras una restauración capital de varios años, el inmueble abrió algunas de sus salas, explicó la especialista en Museología, Edith Aguado Figueiras.

Dos conjuntos escultóricos –El trabajo creador del hombre y La virtud tutelar del pueblo–, concebidos por el italiano Angelo Zanelli, escoltan el pórtico que, a su vez, cobija tres gigantescas puertas de bronce, de 7 metros de alto. En ellas se exhiben 30 recuadros representativos de momentos de la historia de Cuba, desde los aborígenes y la llegada de Cristóbal Colón hasta la inauguración del Capitolio, en 1929.

Aguado Figueiras señaló que, posteriormente, se accede a la Rotonda Central, desde donde se extienden, a cada lado, dos espacios de 120 metros de largo, que conforman el Gran Salón de los Pasos Perdidos. En el piso, una estrella de mármoles de diversos colores, acoge en su centro una réplica del diamante del Capitolio, que marca el kilómetro cero de la Carretera Central del país. Además, se alza la colosal Estatua de la República, también de la autoría de Zanelli, que hoy conserva su esplendor gracias a la colaboración rusa.

En el ala norte del Salón de los Pasos Perdidos están los salones Baire, cuya función original fue la de área de conferencia y protocolo; Bolívar, donde tuvo su sede el antiguo Despacho del Presidente de la Cámara; Jimaguayú, que exhibe los bocetos de las esculturas de Zanelli; y el Yara, el cual muestra una colección de vajillas y cubertería originales del Capitolio Nacional y del antiguo Palacio Presidencial. También, el Hemiciclo Camilo Cienfuegos o Cámara de Representantes, con sus muebles originales y escaños señalizados, en los que se sentaron Blas Roca, Juan Marinello, Jesús Menéndez y otras tantas personalidades.

Indicó la especialista que en el ala sur del Salón de los Pasos Perdidos están los salones Guáimaro, dedicado a mostrar los símbolos patrios de la nación cubana –la Bandera, el Escudo y el Himno Nacional–; Duaba, que, dotado de novedosa tecnología, recrea la evolución de las constituciones, y Peralejo, donde se exponen planos originales utilizados en diferentes etapas de ejecución de la magna obra, fotografías de época y los libros del Capitolio y el de Inventarios. Se suma, además, el Hemiciclo Frank País, antiguamente sede del Senado.

Asimismo, en el núcleo central de esta planta se encuentran el salón Martí, otrora sala de diplomáticos, uno de los mejor decorados del edificio y adornado con un gran busto del Apóstol, y la Gran Biblioteca José Martí –originalmente, la Biblioteca del Congreso.

Otro de los espacios que podrá visitarse en el Capitolio Nacional es la Cripta del Mambí Desconocido, una sala en forma de bóveda que honra a quienes cayeron en las primeras gestas independentistas y está custodiada por 40 banderas. En el centro del mausoleo, una llama eterna está alineada con el diamante del Salón de los Pasos Perdidos y la cima de la cúpula del Capitolio.

 

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