Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
El Año Chopin, que se celebra en Polonia en 2020, se hará sentir en La Habana, con motivo del aniversario 210 del natalicio de Fryderyk Franciszek Chopin (1810 – 1849), el más universal músico de ese país.
Recientemente la capital cubana fue incluida en la Red de Ciudades Creativas de la Unesco, por la música que en ella se hace y a ella llega. Ahora se apropiará de esta festividad y convertirá en anfitriona e invitada al mismo tiempo, pues acogerá en variados escenarios a músicos polacos que irán arribando durante el presente año chopiniano.
Así, el próximo 13 de abril llegará a la Isla la avanzada de esos visitantes, representados por un dúo de jóvenes simpáticos, talentosos y originales en sus interpretaciones, a golpe, fundamentalmente, de violín y acordeón.
Como parte del programa de celebración, el dúo Karolina Mikolajczyk e Iwo Jedynecki se presentará con el Dúo Caliz el viernes 14 de febrero, a las 3:00 p.m., en el Memorial José Martí; el 15, a las 6:00 p.m., en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís; y el 16 de febrero, a las 4:00 p.m., compartirá con Vocal Luna y la soprano Milagros de los Ángeles, en la Casa del Alba. La entrada será libre y gratis.
El dúo de Karolina e Iwo es uno de los conjuntos de cámara más interesantes de la generación joven a nivel mundial; han obtenido el Gran Premio y los primeros lauros en concursos internacionales de música celebrados en Francia, Italia, Austria, Croacia y Polonia, y actuado en el festival de otoño de Varsovia; en el Carnegie Hall, de Nueva York, así como en recitales en Francia, Suiza, España, Georgia, China, Singapur, Vietnam, Camboya y Tailandia.
Sus presentaciones se describen como perfectas y maduras, luminosas y llenas de vitalidad juvenil. Ambos artistas se aventuran audazmente en reconocidas obras de música de cámara, y les conceden diversos colores. Asimismo, su amplio repertorio abarca desde la música barroca hasta la contemporánea.
Karolina Mikołajczyk toca un violín Duke London de 1776, en tanto Iwo Jedynecki manipula un acordeón Pigini Sirius Millennium. La compra de ambos instrumentos fue financiada por el Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia.
Fryderyk Chopin está considerado uno de los más importantes músicos de la historia en Polonia, y entre los más destacados representantes del Romanticismo musical.