Se exhiben hallazgos arqueológicos del pecio de la Fragata Navegador

Con la presencia de Herman Van Hoff, director de la Oficina de la UNESCO en La Habana, Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, Gladys Collazo, directora del Consejo Nacional de Patrimonio, José Antonio Menéndez, director del Registro Nacional de Bienes Culturales, representantes de embajadas en Cuba, museólogos, historiadores y conservadores, quedó inaugurada el 5 de abril, en el Museo Castillo de la Real Fuerza, la exposición La Fragata Navegador y su cargamento británico; arqueología e historia, resultado de un año y medio de trabajo en el pecio de la Fragata Navegador, por parte de un equipo de arqueólogos y otros especialistas del Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador, junto a otras instituciones.

En las palabras inaugurales de la muestra Roger Arrazcaeta, director del Gabinete de Arqueología, señaló que “esta embarcación fue construida en 1905 en Nueva York, y que se dedicó al comercio entre Estados Unidos, La Habana, Inglaterra y Rusia; fue adquirida posteriormente, en el año 1813, por el comerciante Francisco Layseca de La Habana y continuó manteniendo esa ruta de comercio. Su último viaje a La Habana procedió del puerto de Portsmouth al sur de Inglaterra, con un caramente de mercaderías británicas el 27 de noviembre de 1813, y después de una travesía azarosa, fuertes vientos y diferentes averías, llegando a las cercanías de Boca de Jaruco, fue azotada por un viento del noroeste y conducida a la Boca Chipiona, donde naufragó. Aunque recibió rescate y muchas de sus mercaderías fueron recuperadas y vendidas en los mercados de La Habana, gran parte del cargamento quedó sepultada por la arena y los corales del sitio donde ocurrió el suceso, a una profundidad entre 7 y 9 metros y a unos 60 metros de la costa.”

Muchos de esos objetos: vajillas, cristalería, adornos, botones, compases, grifos de toneles y otros, han vuelto a la luz gracias a la investigación arqueológica, y son exhibidos en la muestra que permanecerá abierta al público hasta el 23 de junio. Sobre las piezas que conforman la exposición Roger Arrazcaeta aclaró que muchas han sido sometidas a la conservación durante un año, desalinizadas y procesadas químicamente y son una representación de la mercadería y del gusto de la clase media de la época, de  los objetos que se pueden haber utilizado en muchas de las casas de la ciudad.

Roger también comentó que hasta el momento solo han tenido un acercamiento de prospección al sitio, no se han realizado excavaciones arqueológicas, y las investigaciones realizadas se han visto aceleradas por la desgracia de los saqueadores que desde hace siete años destruyen el contexto arqueológico y arrasan con objetos de gran valor histórico. Adelantó que pretenden en la segunda quincena del mes de abril, continuar los trabajos y hacer un estudio más científico allí para salvar objetos de gran importancia histórica tanto para Inglaterra como para La Habana.

Por su parte, Herman Van Hoff, director de la Oficina de la UNESCO en La Habana y de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe resaltó el gran honor que representa para él asistir a la apertura de esta importante exposición; recordó que hace cinco años también presenció la inauguración del Museo Castillo de la Real Fuerza, dedicado al patrimonio subacuatico histórico de Cuba, en coincidencia con la ratificación por Cuba de la Convención de la UNESCO para la protección de este patrimonio. Van Hoff también enumeró algunos conceptos de esta convención y las acciones que se han implementado desde entonces, reconoció la labor de las autoridades culturales cubanas y en especial de la Oficina del Historiador, por asumir el compromiso de proteger su patrimonio cultural subacuático para beneficio de la humanidad.

Eusebio Leal, agradeció primero al equipo que trabajó en esta investigación  “por su amorosa preocupación y la tenacidad para trabajar en condiciones difíciles y a veces riesgosas para salvar todo lo que era posible”, también a los conservadores que preservaron y prepararon las piezas para la exposición. Reconoció particularmente el apoyo de Gladys Collazo, directora del Consejo Nacional de Patrimonio, José Antonio Menéndez, director del Registro Nacional de Bienes Culturales. Esta oportunidad reafirma la importancia del patrimonio subacuático para un país insular como Cuba, el rescate de cada objeto es como buscar una página perdida de la historia y del tiempo. La ocasión también fue propicia para honrar a César García del Pino a quien Leal calificó como “un almirante en tierra, quien durante tantos años advirtió sobre la importancia de los navíos, de los pecios, de la historia de la navegación, y la fundación de las ciudades, toda esa labor permitió que recibiera el premio anual que se concede en forma de reconocimiento al talento en las Ciencias Sociales”.

Como parte de las actividades culturales para acercar al público a los objetos encontrados en estos trabajos de arqueología subacuática, así como a otras informaciones relacionadas con la fragata Navegador, el Museo Castillo de la Real Fuerza ha organizado un ciclo de conferencias sobre el tema que comenzará el 11 de abril, a las dos y treinta de la tarde con “La fragata Navegador y su cargamento británico”, a cargo de Roger Arrazcaeta. La segunda de estas conferencias, el 16 de abril, tratará el tema “La Convención de la Unesco para la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático y su desarrollo en América Latina y el Caribe”, y será dictada por Tatiana Villegas Zamora, especialista de Programas de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la Unesco

Comments are closed.