Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Para el 2020 el Plan Maestro de La Habana ha concebido un amplio y diverso programa de acciones culturales, a propósito de sus 25 años de dedicado quehacer.
Entre las celebraciones previstas destaca un ciclo de conferencias los terceros jueves de cada mes, en el antiguo Palacio del Segundo Cabo, sede del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa, donde serán tratados temas relacionados con la historia y el desarrollo de esa institución.
Asimismo, se organizarán la apertura de exposiciones, proyección de audiovisuales y editará un libro sobre el trabajo del Plan Maestro; su etapa inicial -con un pequeño equipo de profesionales de diferentes especialidades- y posterior evolución. En los comienzos, prácticamente, no se hablaba de desarrollo local o de gestión porque había otras conceptualizaciones.
El grupo creció en responsabilidad y capacidad productiva; en estos momentos esa institución de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana es ejemplo de las buenas prácticas patrimoniales, y se nutre de organizaciones homólogas, en encuentros que profundizan en el principio defendido por el Historiador, el Dr. Eusebio Leal Spengler: “La ciudad viva para sus habitantes y no como ornamento turístico”.
Se trata de conocer no solo el contenedor -los edificios públicos-, sino los contenidos, es decir, la estructura poblacional, sus necesidades y relación con el patrimonio, apuntó en rueda de prensa la directora del Plan Maestro, Patricia Rodríguez Alomá.
El Dr. Leal fue quien tuvo la idea de crear esa institución; consideró como imprescindible una organización capaz de liderar la obra restauradora en las zonas priorizadas para la conservación.
El Plan Maestro de La Habana nació el 17 de diciembre de 1994. Coincidentemente, ese día, pero de 1982, la Unesco firmó del certificado que otorgó la condición de Patrimonio de la Humanidad al Centro Histórico de La Habana Vieja y su sistema de fortificaciones militares.