Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Han transcurrido 189 años desde que el 17 de diciembre de 1830 desapareciera físicamente Simón Bolívar, en la Quinta San Pedro Alejandrino, en Santa Marta, Colombia.
En el Centro Histórico habanero, específicamente en la esquina de las calles Mercaderes y Obrapía, se erige un monumento a su memoria, ante el cual le rendirán tributo de recordación, el próximo día 17, la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Cuba y la Casa Museo Simón Bolívar, ubicada en el entorno colonial.
El monolito, situado en el parque del mismo nombre, se develó el 24 de julio de 1993, en ocasión del natalicio de Bolívar (1783), figura prominente de la emancipación en América frente al colonialismo español.
La estatua dedicada al prócer es réplica de la que se encuentra en la Plaza Mayor de Bogotá, Colombia, obra del escultor Pietro Tenerani.
Por su parte, la Casa Simón Bolívar, que tiene su sede en un antiguo palacio doméstico construido en el siglo XIX, en Mercaderes núm. 156, abrió sus puertas el propio 24 de julio de 1993, y entre sus objetivos está el estudio y la difusión del pensamiento bolivariano, de la vida y obra del extraordinario prócer de la independencia americana, así como también la promoción de la cultura latinoamericana en su más amplio espectro, lo cual favorece el intercambio cultural entre nuestros pueblos.
La institución patrimonial, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, posee varias salas de exposición permanente, que abarcan la historia de la nación bolivariana y la de sus principales figuras independentistas. La biblioteca Simón Rodríguez, su Maestro, atesora en sus fondos importantes colecciones de libros y documentos latinoamericanos.