Por Evelyn Fernández
La bandera polaca, con sus franjas blancas y rojas según la tradición, se erige en la Sala de las Banderas del Museo de la Ciudad, antiguo Palacio de los Capitanes Generales. Su color blanco, que significa la pureza y la dignidad; así como el rojo que representa el valor, la sangre, la lucha y el sacrificio en el combate simbolizan el alma de los ciudadanos polacos.
Con la presencia de la Excma. Sra. Anna Pieńkosz, embajadora de la República de Polonia en La Habana, representantes del cuerpo diplomático acreditado en nuestro país y una representación de la comunidad polaca residente en Cuba, se llevó a cabo este viernes la ceremonia de entrega del estandarte nacional de Polonia y un nuevo tope de asta adornado con el águila, coronado por el escudo de ese país.
Durante el acto, la Excma. Sra. Pieńkosz destacó la importancia y la significación de la bandera para su país y cómo fue creada. A su vez, se refirió a momentos históricos de su nación y los lazos que unen a Cuba y Polonia. “Cada ciudadano lleva su Patria y su bandera en el corazón y este estandarte es uno de los símbolos más importantes de Polonia. La bandera cambiaba durante los siglos; se dice en crónicas que los colores blancos y rojo aparecieron por primera en los siglos xiii y xiv”, añadió.
En ese sentido, recordó los sucesos del 29 de noviembre, cuando se desarrolló en 1830 en Varsovia una sublevación, llamada “Insurrección de Noviembre” por las fechas, en la que apareció por primera vez el lema Por nuestra libertad y la vuestra. “Con gran emoción podemos hoy hacer la entrega de esta bandera en la sala, que conmemora a todos los héroes de las Guerras por la Independencia de Cuba”, mencionó.
Por su parte, el Coro infantil Solfa, a cargo de la maestra Mailán Ávila interpretó en la sala del Museo de la Ciudad melodías en polaco; así como canciones cubanas.