Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
El Historiador de la Ciudad de La Habana, Dr. Eusebio Leal Spengler, recorrió el antiguo Convento de Santa Clara con Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, y la delegación que le acompaña en su visita oficial a Cuba.
El Dr. Leal compartió con los visitantes particularidades históricas que conserva el antiguo inmueble, actualmente una obra en ejecución. “Es una pequeña ciudad del siglo XVII, dijo, que ha quedado encerrada dentro de estos muros (…) Lo que se ha obtenido de arqueología aquí es espectacular, porque como no había un servicio de higiene pública se quemaban las cosas, pero la cerámica mayólica y otros objetos que no perecen con el fuego lo hemos encontrado y explican un poco gráficamente la historia del monasterio”.
Explicó el intelectual que a partir de noviembre venidero, en ocasión del 500 cumpleaños de la fundación de La Habana, el público podrá admirar los valores histórico-patrimoniales del edificio, una construcción del siglo XVII que tras su deterioro ha sido intervenida por la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHCH) con el apoyo de la Unión Europea.
El otrora Convento de Santa Clara es uno de los más significativos recintos de la arquitectura religiosa cubana y el primer monasterio de monjas de clausura de Cuba; un conjunto monumental excepcional, que marcó un momento en la historia de la ciudad de La Habana.
El inmueble se convierte en leyenda gracias a la obra de María de las Mercedes Beltrán Santa Cruz y Cárdenas Montalvo y O’Farrill (La Habana, 1789 – París, 1852), la Condesa de Merlín, quien en su opúsculo Mis doce primeros años, narra su estadía en ese convento. Cuando las monjas vendieron el monasterio, al comienzo de la década de los años veinte del pasado siglo, se produjo el famoso escándalo que provocó la Protesta de los Trece, no porque el convento y el conjunto no tuvieran gran valor, sino porque ello significó un pretexto para el enriquecimiento ilícito de algunos funcionarios del estado republicano de aquella época.
Destaca en el edificio un rotrograbado del Diario de la Marina, que reproduce cómo quedó el convento en el momento del abandono de las monjas. Particularmente impresionantes, son las fotos de las cocinas con los azulejos, algunas de cuyas muestras más importantes aparecen hoy en el Gabinete de Arqueología de la OHCH.
El Convento fue ocupado por la Secretaría de Obras Públicas, desde 1925 hasta 1959, cuando pasó a ser la sede del Ministerio de Bienestar Social. Más adelante tuvo diversos usos por parte del Ministerio de Cultura y luego radicó allí el Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología (CENCREM), cuyas obras de rehabilitación fueron dirigidas por el arquitecto Daniel Taboada.
La edificación ocupa un terreno muy grande dentro del Centro Histórico, en el corazón de la parte más antigua de la ciudad. De ahí que las excavaciones arqueológicas realizadas han contribuido, de manera significativa, al descubrimiento de testimonios sobre la vida y la historia de la antigua urbe. La techumbre de la iglesia de Santa Clara, en proceso de rehabilitación -sobre todo lo que sería el coro-, tiene la extraordinaria y excepcional circunstancia de tener las firmas de sus constructores.
El Colegio Santa Clara tendrá la tutela académica del Colegio San Gerónimo, facultad de la Universidad de La Habana. Con una vocación antillana y caribeña, se propone establecer relaciones con las universidades del área que tengan especialidades del mismo tipo, particularmente con la Universidad de West Indies, formadora de las vanguardias intelectuales del Caribe.