Merecido homenaje a Margarita Suárez, defensora del patrimonio cubano

Por Teresa de Jesús Torres Espinosa

Hace cinco décadas nació el Museo de Arte Colonial, el segundo más antiguo del Centro Histórico habanero antecedido por el de la Ciudad. Con solo 23 años de edad, Margarita Suárez fue designada para dirigir una institución “que era excepcionalmente valiosa y lo sigue siendo”, según palabras del propio Historiador de la Ciudad, Dr. Eusebio Leal Spengler.

En un merecido homenaje a la hoy directora de Bienes Patrimoniales de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), el Dr. Leal evocó a la escultora y ceramista cubana, Dra. Marta Arjona Pérez (1923-2006) —una autoridad mundial en el tema del patrimonio y la identidad cultural—, quien “ideó el museo y fue creando el fondo de sus colecciones”. El intelectual recordó, a su vez, el acto inaugural de esa instalación, “un acontecimiento muy importante para todos”.

Más adelante señaló que “en nuestro trabajo siempre hay que volver: la restauración, la conservación, la captura de las cosas que se pierden, la estatua que se rompe, el documento que se escapa, el libro que alguien trae; cuando ya se cree agotada la fuente de lo posible, de pronto aparece alguien y nos trae algo. (…) La nación se salva conservando el patrimonio, rabiosa y tercamente”.

Por su parte, Aliana Martínez Rodríguez, actual directora del Colonial, agradeció la presencia de quienes han aportado su dedicación y esfuerzos a los 50 años del recinto, y calificó de “reunión de amigos” el encuentro homenaje a Margarita, quien manifestó sentirse muy feliz de poder compartir con colegas y valoró el apoyo que el Dr. Leal siempre le había dado al museo.

Felicitó a todo el equipo de la institución cultural por la labor a favor de la preservación del patrimonio cubano, y afirmó que “tenemos un museo como ustedes quieren, pero también como a mí me gusta”. Suárez recibió un ramo de flores y una medalla otorgada por la Dirección de Patrimonio de la OHCH.

De manera especial, participaron en esta emotiva cita los destacados arquitectos cubanos José Ramón Linares Ferrera (Pepe Linares) y Severino Rodríguez Valdés, que intervinieron, hace medio siglo, en la restauración del edificio y en la instalación de sus salas de exposiciones. Rodríguez Valdés mostró el catálogo del día de la apertura del museo, en el cual aparecen todos los nombres de los que contribuyeron a la materialización de esta obra.

El Museo de Arte Colonial, consagrado al estudio del arte y de las costumbres de esa etapa en Cuba, atesora piezas de artes decorativas, de la  plástica y muebles representativos del siglo XVII hasta las primeras décadas del XX en la Isla. Destacan sus salas dedicadas a los vitrales, que exhibe objetos del XIX, y la de mobiliario, cuya renovación en el montaje se ha propuesto; y otras tres que intentan mostrar de manera cronológica el desarrollo del mueble en Cuba desde el XVII, con piezas que pertenecieron al Convento de Santa Clara hasta los primeros años del XX.

Ubicado en la Plaza de la Catedral, el edificio radica en una de las construcciones más significativas del conjunto arquitectónico que rodea a ese atractivo espacio del entorno colonial habanero. Posee una de las más proporcionadas fachadas de la arquitectura colonial cubana, con su original sencillez dada por la simétrica distribución de vanos en dos plantas, sin entresuelo, y el adecuado remate de tejas criollas.

 

 

 

 

 

 

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