Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Los balcones maltrechos de La Habana, sus amantes, sus perros blancos, sus campanas y otros temas, hasta completar 20 pinturas e instalaciones, pueden apreciarse en la exposición personal La ciudad no me da tregua, que Ileana Mulet ha regalado a los espectadores por los 50 años del Museo de Arte Colonial y el cumpleaños 500 de la antigua villa de San Cristóbal.
En la apertura de la muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 30 de agosto, Katia Cárdenas, directora del Departamento de Gestión Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, señaló que “vuelve Ileana con su ciudad, ensoñada y vivida. Justo cuando todos los ojos miran al quinto centenario de la capital, la pintora que tantos trazos le ha dedicado, nos presenta una selección de su travesía”.
“Ocres, azules, explosivas de color, las obras que ahora se exhiben en el Museo de Arte Colonial cuentan una historia solitaria o habitada, pero siempre original”, agregó la también autora de las palabras del catálogo. “Tantos años en ese camino y aún nos dice Ileana que «la ciudad no le da tregua», la siente interminable y bulliciosa, por eso la llena de amantes y perros”.
Cárdenas destacó que la artista “ha vivido en y por la ciudad”, en especial comprometida con el proyecto de la Oficina del Historiador de La Habana, desde sus primeros momentos. “Para su Habana, dijo, le han nacido versos que acompañan las pinturas e instalaciones, pero también le han crecido deseos de apoyarla y celebrarla como el tan acariciado proyecto Huellas sobre la ciudad, para el que ha convidado a cerca de setenta creadores”.
Evocó que hace más de dos décadas, cuando la obra de Mulet ilustró la revista Opus Habana, la conoció y entrevistó. “Me enseñó su estudio, sus rutinas para pintar, su paleta de colores, me llevó de la mano por sus sueños y prestidigitaciones, y conquistó mi amistad para siempre”.
En tanto, Ileana Mulet ha manifestado que “La Habana es para verla de un metro hacia arriba, y después de ahí ves un mediopunto, y después una ventana, una puerta, un pájaro que ha hecho un nido en el huequito de una pared, y después más arriba ves un techo a dos aguas, una teja… y ves un cielo recortado, siempre azul, siempre blanco, siempre transparente que te dice: mírame bien, yo estoy aquí, yo soy La Habana”.
A propósito del aniversario 50 del Museo de Arte Colonial, el próximo 30 de julio, a las 10:00 a.m., la artista y poeta Ileana Mulet ofrecerá una breve reseña sobre su proceso creativo, como parte de la ruta Costumbres habaneras.