Un día más: retrospectiva en La Habana

Por Patricia Carolina Alfano Leonard

Puede afirmarse que no hay exposición, antología o compendio que sea suficiente para mostrarnos a un escritor o a un artista en toda su dimensión, aunque sus creaciones sean el resultado de una vida, la extensión así, de sus valores, o al menos una parte de ellos. En esta ocasión, la Vitrina de Valonia devela una retrospectiva del historietista Philippe Girad, quien, con veinte álbumes publicados, ha sido reconocido internacionalmente. Tras su reciente inauguración, Habana Cultural se acercó a este destacado creador quebequense, quien expresó que esta ha sido una de las más bellas exhibiciones  que ha tenido a lo largo de su carrera.

Sobre sus inicios en ese mundo, recordó que su pasión comenzó desde pequeño para ocupar su tiempo, pues como asegura “tenía dos hermanos menores que ocupaban a mis padres; y para que estuviera más tranquilo me daban un papel y dibujaba”.

“Hago historietas desde pequeño”, explicó el autor de Tuer Vélasquez, quien intentó vincularse durante toda su trayectoria estudiantil a la historieta y a los creadores de esta. En ese sentido, mencionó que al terminar la universidad se centró un poco más en la ilustración, pero solo por poco tiempo.

“Me di cuenta que la ilustración era como un dibujo que se puede arrojar. Por ejemplo, en una caja de galletas hay un diseño llamativo pero al terminar se tira; sin embargo un libro se lee y después puede conservarse, es un objeto que perdura en el tiempo”, reveló el artista.

Sobre el valor que tiene la identidad en su obra, comentó que es el centro de su trabajo, su hilo conductor; sin dejar de mencionar los paisajes, los proverbios, lo sobrenatural, factores importantes en su hacer.

Tras un sinnúmero de exposiciones alrededor del mundo, Philippe Girad confesó su seducción hacia Cuba. “Hace 20 años recibí un curso de español y el profesor daba sobrenombres a todos los estudiantes, con autores e intelectuales latinoamericanos y el mío fue José Martí”. Nacido un 26 de julio, sentía una gran atracción por tener barba como los revolucionarios y fumar tabaco. “Viajé siete veces a la Isla anteriormente para hacer turismo. Esta es mi primera vez en el plano profesional, mi primera exposición. Es hasta ahora una de las más bellas retrospectivas que he tenido a lo largo de mi carrera”.

En cuanto a la exposición, refirió que su nombre se basa en el título de su próximo libro Un día más. “Es un proyecto de libro que cuenta la historia de la abuela de mi esposa, quien estaba a punto de morir y se da cuenta que la vida le da otra oportunidad”, narró.

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