Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Temas como la historia de Cuba, los grandes hombres de la Isla y el significado de la restauración, fueron abordados por el Historiador de la Ciudad de La Habana, Dr. Eusebio Leal Spengler, en una conferencia magistral impartida este lunes en el Ministerio de Finanzas y Precios, con motivo de los 25 años de esa institución.
El Dr. Leal evocó los inicios de la Oficina del Historiador de Ciudad de La Habana, fundada en 1938 por el Dr. Emilio Roig de Leuchsenring, su predecesor, a quien valoró como “un hombre absoluto”.
Mencionó los nombres de notables intelectuales cubanos graduados de Derecho -carrera que también estudió Roig-, entre ellos, Carlos Manuel de Céspedes, José Martí, Ignacio Agramonte y Fidel Castro Ruz.
Tras señalar que Cuba es una mezcla de razas, culturas y religiones, que se expresan en el rostro de sus hijos, indicó que si en ese instante se tomara una fotografía del encuentro, el resultado sería “todos los matices del cubano (…); los que vinieron del Oriente, China, Japón, así como de los pueblos del Caribe y de la colonización francesa en el Occidente, en Santiago, y, más tarde, en Cienfuegos”.
Luego manifestó que “la lucha por restaurar es complicada, porque es una lucha de la memoria contra el olvido. Solo se puede ir al futuro desde el pasado”, subrayó.
Acerca de la rehabilitación de la antigua ciudad explicó que han existido dificultades enormes, muchos tropiezos y se han realizado sacrificios extraordinarios. Hoy es mucho más fácil, dijo, porque el pueblo es depositario de un conjunto de conocimientos, que sirven de base a lo que llamamos su cultura.
Comentó el Historiador de la Ciudad sobre la belleza de La Habana, no solo de su entorno más añejo, sino de zonas como el Cerro, Jesús del Monte; “cada una con su personalidad”, sostuvo.
Informó que con motivo de los 500 años de la fundación de la otrora villa de San Cristóbal, actualmente se ejecutan numerosas obras arquitectónicas, entre ellas, la conclusión de más de 140 viviendas en la calle Lamparilla, un gimnasio y un hogar de ancianos. “Para hacer las obras sociales hay que estar tocando a los corazones y las puertas en todas partes del mundo”, aseveró.
