Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Con el patrocinio de la Sociedad de Beneficencia de Naturales de Andalucía, la familia Alberti-León y la Embajada de España en Cuba, se efectuó la entrega del Premio Rafael Alberti 2019, en el antiguo Liceo Artístico y Literario de La Habana y la Casa de la Poesía, con sede en el entorno más antiguo de la capital cubana.
Ya han transcurrido dos décadas desde la desaparición física del escritor español, y ha quedado inmortalizada su obra en este galardón, otorgado cada año a escritores, intelectuales y artistas de Cuba y el mundo, por la obra de toda la vida.
En el acta se indica que el premio recayó en Luis García Montero, director del Instituto Cervantes desde 2018, quien sostuvo una entrañable amistad con Alberti, fundamental para su formación poética y personal, y Benjamín Prado, destacado novelista, ensayista y poeta español, autor de A la sombra del ángel, 13 años con Alberti, y Ajuste de cuentas, también su amigo personal.
Asimismo, resultaron laureados el Dr. arquitecto, Joan Carles Fogo Vila, ensayista con una larga trayectoria en proyectos y obras en diferentes países; autor de Los espacios habitados de Rafael Alberti, La generación del 27 y los paraísos perdidos, y El edificio de la memoria –Premio Nacional de Diseño 2015, otorgado por el Instituto Cubano del Libro; y el Historiador de la Ciudad de La Habana, Dr. Eusebio Leal Spengler, autor de numerosos libros y un gran orador y profundo conocedor de la huella española en Cuba, así como de la obra de Alberti y de parte de la generación del 27 que se exilió en La Habana.
El Dr. Leal reconoció a los ganadores de años anteriores y a Fogo Vila por sus sentidas palabras de evocación a la ciudad de La Habana y lo que esta significó en el quehacer de de Alberti. “Me consta, señaló, el esfuerzo de permanencia y la infinita labor para que la raíz y la virtud del carácter andaluz se conserve en esta ciudad que tanto tiene de todo ello”.
Al recordar los días en que conoció a Aitana Alberti, indicó que “fue una sensación muy extraña porque me vino inmediatamente a la memoria el retrato de su madre (María Teresa León), una de las mujeres más bellas de España, finísima, de grandísima cultura que merece un lugar y espacio propio, no solo en la vida sino en la vocación y en el amor, que fue intenso entre Rafael Alberti y ella”.
“Habiendo decursado solamente 20 años del derrumbe de la República, en 1939, la alborada del 1ro. de enero en Cuba, traía como consecuencia las canciones de la milicia, el recuerdo de los cubanos –más de 900– que fueron a pelear por la República, y otros que casi nunca recordamos, que pelearon por otra convicción, en el otro lado, de aquella terrible y sangrienta batalla. España nos dejó entonces, con su corazón desgarrado, un sentimiento profundo que nos acercó a ella de manera absoluta, definitiva, y que nos acompaña siempre como el mejor regalo de nuestra herencia. Esa herencia que, por tener tanto de Andalucía, se expresa en los patios, en la forma de la palabra (…).
Rememoró, asimismo, el momento en que conoció a Rafael Alberti, “tan agradable, bonachón y buen amigo, y extendió aquella mano sensible de poeta para que le guiase por las calles de La Habana, cuando parecía un sueño la obra de restauración realizada contra viento y marea. Y cuando lo vi por última vez y se empeñó en subir las grandes escalinatas del Palacio de los Capitanes Generales, pude escuchar todavía, así con voz queda, un elogio de aliento, sabiendo, conociendo perfectamente con su intuición que era nunca obra acabada”.
A la ceremonia asistieron el Embajador de España en Cuba, Excmo. Sr. Don Juan Fernández Trigo; miembros de la Sociedad de Beneficencia de Naturales de Andalucía y sus descendientes, especialmente el Sr. Manuel José Vallejo Filpo, su director por más de 20 años; Aliana Martínez y Sinecio Verdecia, directores del Liceo Artístico y Literario de La Habana y la Casa de la Poesía, respectivamente; y colaboradores de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Los premios Rafael Alberti 2019 consistieron en la entrega de una serigrafía de Rafael Alberti intervenida por la propia Aitana Alberti. El jurado estuvo integrado por Manuel José Vallejo Filpo; Jorge Peralta, Consejero Cultural de la Embajada de España en Cuba; Virgilio López Lemus, Dr. en Ciencias Filológicas, poeta y ensayista, y Aitana Alberti León, poeta, narradora, editora, e hija del artista.
