Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Los laureados de la 4ta Edición del Premio Casa Víctor Hugo 2018-2019, en las diferentes categorías, fueron presentados de manera oficial este viernes por la Casa Víctor Hugo, de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, y la Asociación Cuba Cooperación Francia.
En la categoría Casilda resultaron premiados los ensayos “La mirada cubana de Henri Cartier-Bresson”, de Erian Peña Pupo, de la provincia de Holguín, por el rigor histórico de la investigación y la calidad de la escritura (primer premio); “Flora Tristán: velada obsesión de Alejo Carpentier”, de Analay Medero Álvarez,, de La Habana, que sobresalió en el tratamiento de un personaje histórico visto a través de las notas de Alejo Carpentier(segundo premio) y “Art Brut. De París a La Habana, de Miryam Victoria Caballero Hernández, también de La Habana, por la novedad del tema y la articulación de dos esferas del conocimiento, la siquiatría y el arte” (tercer premio).
Los siguientes trabajos obtuvieron premios en Ruy Blas: “Como hubiese querido verla Théophile Gautier. Giselle, puente cultural entre Cuba y Francia”, de Roberto Méndez Martínez, de La Habana, por su calidad en la escritura y dominio del tema, arista de gran originalidad en cuanto a los vínculos entre Cuba y Francia (primer lugar); “La trascendencia del Código Civil napoleónico en el proceso de formación nacional en Cuba, en el período de 1889 a 1987”, de Luis Manuel Pérez Boitel, de Villa Clara, que evidenció un interesante enfoque y nivel de reflexión sobre el tema abordado (segundo), y “El baúl del Conde Kostia, de María Antonia Borroto Trujillo”, de Camagüey, muy original en el abordaje de una faceta poco estudiada en la literatura cubana de finales del siglo XIX y principios del XX (tercero).
Las menciones en esta categoría se le entregaron a “La vida musical parisina a través de Cuba Musical”, de Verónica Elvira Fernández Díaz, de Camagüey; “Impronta francesa en el teatro cubano, desde sus orígenes hasta la actualidad: Una travesía con Josefina Beauharnais, de Josephine”, de Marivel Hernández Suárez, de La Habana, y “Francia y Cuba: Mujeres en el epicentro de la historia”, de Mireya Cabrera Galán, de Matanzas.
En la categoría Lengua francesa se distinguió a “Les jeux floraux à La Havane”, de Dariela María Gandarias Cruz, de La Habana, al valorar el adecuado e interesante tratamiento del tema desde una perspectiva histórica y la acertada escritura en idioma francés. El jurado determinó dejar el desiertos el primero y tercer lauros.
El Premio Casa Víctor Hugo deviene estímulo a la investigación y la creación artística y literaria, referidas a los contactos e influencias existentes entre las culturas francesa y la cubana.
El tema central de la presente edición versó sobre el Puerto de La Habana como “entrada de conocimientos culturales, científicos y técnicos”, además de ser la capital “tierra de acogida de pensamientos, filosofías, obras y corrientes artísticas”, lo cual constituyó la base de aportes culturales al exterior y “la expansión de estas contribuciones en la Isla caribeña”.
El galardón forma parte de los festejos por los 500 años del nacimiento de la otrora villa de San Cristóbal y, al mismo tiempo, evoca los siglos que forjaron la amistad y los vínculos entre Cuba y Francia.
La Casa Víctor Hugo, ubicada en O’Reilly núm. 311, en el Centro Histórico habanero, es una antigua casona que resurgió como centro cultural dedicado a promover la cultura francesa en la capital cubana, con un interesante proyecto sociocultural que involucra a la comunidad. El espacio está conformado por una biblioteca, salas de conferencias y de exposiciones, aulas dedicadas a la enseñanza de la lengua francesa y un salón de proyecciones.
Entre los objetos que se integran a la muestra permanente de la Casa Víctor Hugo se halla una reproducción de la mascarilla mortuoria del poeta, dramaturgo y novelista romántico francés, considerado como uno de los más importantes en lengua francesa (1802 – 1885).
