Recuerdan a Céspedes en el bicentenario de su natalicio

Por Teresa de Jesús Torres Espinosa

Al pie de la estatua de Carlos Manuel de Céspedes, situada en la plaza del mismo nombre —popularmente conocida como Plaza de Armas—, Michael González, director de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), recordó al Padre de la Patria en el bicentenario de su natalicio.

Tras citar momentos de su nacimiento, niñez, instrucción y viajes por Europa, afirmó González que “estamos hablando de una figura que va a mezclar lo mejor del pensamiento europeo y de esa preparación, con las mejores virtudes adquiridas en Cuba; su formación en colegios en la Isla, su paso por La Habana, los círculos intelectuales… Él, al igual que otros patriotas, unieron la letra con la acción”.

Explicó que, aunque todavía hay muchas vertientes, matices y  enfoques desconocidos sobre su figura, desde la propia publicación de su Diario perdido, por la OHCH, cada vez más se ha borrado el límite entre el Céspedes humano y el patriota.

Ante colaboradores de la OHCH, combatientes, intelectuales y pobladores del Centro Histórico habanero, reflexionó en torno a las difíciles situaciones en que se produjo el alzamiento del Diez de Octubre de 1868, y señaló que “a veces leemos la historia y nos parece que las cosas pasaron porque iban a ocurrir así, como si ya estuvieran pre-escritas” (…) Lo que pasó ese día, dijo, fue porque se decidió que esos hombres salieran a luchar por la independencia y también por las condiciones subjetivas, que ya  estaban listas para el levantamiento.

Indicó que a los hombres hay que entenderlos con sus pasiones, virtudes y defectos. Y Céspedes tiene muchos ejemplos en su vida personal que evidencian al hombre enérgico, en un momento en que se necesitaba que Cuba tuviera una mano fuerte para llevar a cabo la Revolución, añadió. Seguidamente, rememoró que, incluso cuando ya fue depuesto de su cargo de primer presidente de la República en Armas, él defendió siempre la unidad y el patriotismo.

El joven intelectual afirmó que el “mayor homenaje que le damos a Céspedes es verlo como la figura que une su pensamiento militar y político con el ser humano”; su historia y vicisitudes, quien al perder a su hijo manifestó: ‘Yo soy el padre de todos los cubanos’.

Más adelante González expresó que “muchas veces se ha mencionado al Céspedes mártir; yo prefiero hablar del Céspedes héroe”. Y finalmente evocó la frase del poeta cubano Bonifacio Byrne (1861 — 1936), que, en 1897, al referirse al prócer diría: “Lo dio todo. Fue tal, que no tuvo ningún egoísmo y se olvidó para siempre de sí mismo”.

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