Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
El volumen Los rieles que hicieron ciudad. Tranvías de La Habana, del Dr. en Gestión y Conservación del Patrimonio, Michael González Sánchez, deviene homenaje al 500 cumpleaños de la otrora villa de San Cristóbal. Se trata de una acuciosa investigación sobre ese medio de transporte, que despierta muchas nostalgias, dada a conocer por Ediciones Boloña en la Calle de Madera, en el Centro Histórico de la ciudad.
Durante la presentación de la obra, la Dra. en Ciencias Técnicas y Profesora Titular de la Facultad de Arquitectura, del Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echeverría” (ISPJAE), María Victoria Zardoya Loureda, afirmó que es un estudio que “aborda la evolución tecnológica y empresarial de los tranvías eléctricos en La Habana, a partir del análisis histórico de la transportación pública de la ciudad desde finales del siglo XIX y durante las cinco décadas iniciales del XX”.
Explicó que el libro posee una estructura cronológica, que parte de los antecedentes del tranvía, y evidencia que este fue el principal transporte público de la capital cubana durante los primeros 50 años del siglo XX. El último vagón de tranvía eléctrico circuló en La Habana el 29 de abril de 1952.
La profesora universitaria e investigadora cubana recomendó la lectura del texto porque, además de contener una valiosa y novedosa información, es un libro ameno, de fácil entendimiento, con respeto por nuestro idioma y muy bien documentado con lindas imágenes marcadas por la pátina del tiempo, “que allanan un feliz camino al corazón y a la mente del lector”.
Como conclusión, en el prólogo del volumen, señaló que “los asientos de mimbre de los viejos tranvías, sus grandes ventanas y su tintineo se han recordado con añoranza más de una vez. Los tranvías comenzaron a usarse como muestra de la modernidad que irrumpía en la Habana a inicios del siglo XX, y fueron exterminados por el negocio de la gasolina 50 años más tarde, bajo el pretexto de su obsolescencia, para ser sustituidos por el servicio de ómnibus urbanos y la proliferación del uso del automóvil”.
Subrayó que el libro puede llevar a los lectores a reflexionar en que, “si al eliminarlos, lejos de adelantar, retrocedimos y si en vez de hablar de los tranvías de La Habana en pasado, pudiéramos pensar en ellos como alternativa de futuro”.
Editado por Armando Núñez y con diseño de Joyce Hidalgo-Gato, el autor caracteriza en el libro las pautas institucionales de la Havana Electric Railway and Company, empresa administradora, mediante el estudio de su composición social y su desarrollo económico, y rescata una copiosa información gráfica, documental y cartográfica para tributar a la “construcción” de su memoria visual.
Núñez precisó que el texto ya había pasado por una investigación docente, y ahora pretende, a su vez, socializar el trabajo de esa exploración histórica. “Es un rescate a la memoria para cada uno de esos tranvías que hicieron ciudad”, sentenció.
En tanto, el autor dio las gracias a Ediciones Boloña y a todos los que contribuyeron para poder “tejer esta historia”. Dijo que intentó realizar la reconstrucción de una historia de patrimonio industrial y cultural, apoyado en un universo gráfico.
Michael González Sánchez (La Habana, 1976) se desempeña como director de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y ejerce como docente en el Colegio San Gerónimo de La Habana. Ha impartido conferencias y cursos en diversos países, y ha concebido artículos publicados en Cuba, España y Japón.