Haydée Arteaga: un misterio de eternidad

Por Teresa de Jesús Torres Espinosa

“Hoy es un día de fiesta para todos nosotros, Haydée es una institución de nuestras vidas”, aseveró el Dr. Eusebio Leal Spengler, en la presentación del volumen Haydée Arteaga: raíz siempre viva, como parte de la 28 Feria Internacional del Libro de La Habana.

En el homenaje que se le ofreció a la creadora, ya próxima a cumplir 104 años de vida, el Historiador de la Ciudad indicó, en la Calle de Madera, en el Centro Histórico habanero, que “la aparición de este texto, de estas memorias, de esta compilación, de estos retratos, de estos recuerdos, de estas confesiones, es un acontecimiento muy bonito”.

Evocó cómo, con mucha alegría, vio a muchachos convertirse en hombres, médicos, soldados, en profesionales, que habían sido educados en el jardín de la Casa de la Obrapía o en los distintos sitios, donde Haydée y los niños tuvieron posibilidad de actuar.

Sostuvo que lo realizado por la narradora oral es una obra de arte. “La obra de arte de poder establecer un vínculo entre el que escucha y la maestra, fundamentalmente los niños y adolescentes, y cómo ella tenía, sin jamás utilizar malas maneras, el don de apaciguar la Inquietud natural de los niños y la avidez de conocimiento de los adolescentes y transmitirles con el alma, más que con el corazón, lo que ella sabe. Y hay que decir que Haydée sabe mucho”.

Más adelante, confesó que no sabía por qué hace tantos años no podía vivir sin Haydée. “A cada rato, dijo, cuando en medio de la vorágine de los días, hay un minuto de reposo, pregunto: “Haydée”. O de pronto recibo una nota de Xiomara, o de pronto me avisan con ese vertiginoso paso de los días que es un nuevo cumpleaños, y entonces recuerdo los que hemos celebrado: 70, 75, 78, 80, 90, 100, y es que estamos en presencia de un misterio de eternidad”.

Mencionó a la poeta maravillosa, que en la Casa de la Obrapía “muchos años antes recitaba y a través de la poesía tuvo un círculo de niños: Rafaela Chacón Nardi, de la cual casi nadie se acuerda. Entonces, en aras de la justicia y del amor y la gratitud, la recordamos a ella: fina poeta, mujer educada, persona encantadora. E inmediatamente después que ese capítulo se cerró, entró a llenarlo para siempre, Haydée”.

“Querida maestra, amiga, hermana, madre Haydée, gracias por todo lo que has hecho. Este homenaje es muy pálido, muy pobre, muy pequeño. (…) Querida, cuando ya los libros no tengan nada que decir, tu palabra resonará todavía con fuerza en mis oídos, tu sonrisa, tu cariño, tu amor de madre y maestra. Vamos a seguir, tú enviándome cartas que yo guardo, y yo mandándote de vez en cuando bombones y flores. Es un bonito intercambio. Yo no puedo aceptar bombones de tu parte porque soy diabético, pero tus cartas son para mí, los más deliciosos, los más ricos, los más adorables y perfumados de todos los dulces”, concluyó el intelectual cubano.

Por su parte, Xiomara Calderón Arteaga, una de las autoras del libro e hija de Haydée, habló acerca de la gestación del volumen y de las voces que aparecen en él, quienes realizaron semblanzas sobre la narradora.

Un día, hace ya unos cuantos años, se dijo a sí misma que se iba a perder la memoria de su madre, y comenzó a conversar con ella, y a que le escribiera cosas. Así, hizo anotaciones de lo que ella había hecho durante toda su vida, y, al mismo tiempo, su hijo se involucró en la historia. Pero no era suficiente, pues había muchas voces a su alrededor que comentaban acerca de Haydée y ello la llevó a pensar que “debíamos concebir un texto que incluyera, además, a aquellos amigos que la quieren y la conocen”.

Recordó a la actriz Asseneth Rodríguez, ya fallecida, con la que su madre hablaba todos los días por teléfono, y fue la primera persona a quien le pidió sus criterios. Seguidamente nombró a otros tantos amigos que intervienen en el libro, y ofrecen su imagen sobre su progenitora.

Señaló que “para mí Haydée tiene dos miradas: Una es la de mi madre, que puede estar en cualquier familia y que ayuda y apoya a la hija con sus descendientes; y la imagen de Haydée, una mujer muy trabajadora, que pudo hacer mucho en tan poco tiempo”. Aunque falten muchas cosas por mencionar, agregó, aquí en estas páginas está el recuerdo, la presencia de una persona, a la cual yo respeto como mujer, creadora y por ser una figura de la cultura cubana”.

El otro autor del libro, que deviene biografía de una mujer centenaria, es Alejandro Fernández Calderón, nieto de la también conocida como La Señora de los Cuentos. La edición y el diseño estuvieron a cargo de Guadalupe Rouco y Claudia Hernández Cabrera.

“Mis primeros años”, “De Sagua a La Habana”, “Entre dos tiempos”, “De la negrita loca a La Señora de los cuentos”, “Recuerdos con mi hija Xiomara” y “Otras miradas y anécdotas sobre Haydée” se nombran los capítulos del volumen, que contiene, además, en Anexos, minicuentos de Haydée Arteaga, órdenes, distinciones, méritos y homenajes que se le han concedido, y un material gráfico.

En el prólogo, Fernando Rodríguez Sosa, periodista, crítico literario y promotor cultural, afirma: “La paz, la luz y la pureza de Haydée Arteaga Rojas resplandecen en estas páginas, nacidas al sol de la gloria. Páginas hermosas, testimonio vivo de una larga y fecunda existencia, guiada por el amor y la entrega. Páginas, quién puede dudarlo, escritas desde –y hacia– el alma”.

Al cierre de la presentación, niños y adultos agasajaron a esta centenaria mujer con la narración de historias contadas por ella. El espectáculo fue coordinado por el Grupo Teatral Espacio Abierto, cuya directora artística y general es la propia Xiomara Calderón.

Haydée Arteaga Rojas nació el 29 de abril de 1915, en Sagua la Grande, donde solo vivió cinco años, para luego radicarse en la capital cubana y convertirse, con el paso del tiempo, en una figura cimera de la narración oral en Cuba y Latinoamérica.

Licenciada en Artes Escénicas en la especialidad de Teatrología, Xiomara Calderón Arteaga (La Habana, 1945), ha realizado puestas en escena en diversos países y también impartido talleres, en tanto su hijo, Alejandro Fernández Calderón (La Habana, 1977), es Dr. en Ciencias Históricas por la Universidad de La Habana e investigador en torno a las temáticas de racismo y raza. Ha impartido conferencias y publicado artículos dentro y fuera de Cuba.

Comments are closed.