Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Las actas del gobierno de La Habana, “de gran valor cultural e histórico para Cuba”, se conservan desde 1550 hasta nuestros días, una labor que ha tenido continuidad pues periódicamente se reciben las nuevas emitidas por la municipalidad y se incorporan a la colección de las Actas Capitulares”, explicó el Dr. Eusebio Leal Spengler a los participantes en la Ruta especial por las publicaciones, que organizó la editorial Boloña en su programa de la 28 Feria Internacional del Libro, que transcurre en la capital cubana.
En el Museo de la Ciudad, desde donde partió el recorrido, el Historiador de la Ciudad comentó que en las Actas del Cabildo Habanero se abordan significativos temas de la urbe, entre ellos, “la defensa, su prosperidad, su transformación, el uso de los terrenos, las noticias que llegaban de la península a través de las naves que se reunían en el puerto de La Habana y la llegada de un gobernador…”.
Leal recordó que La Habana era una ciudad puerto, “donde la flota llegaba, se llenaba de marinos y viajeros, y estos debían también ser controlados y tener conocimiento de su actividad”. Se refirió, además, al arribo “de los médicos a La Habana, las determinaciones de carácter histórico, como las que tienen que ver con la construcción de un monasterio como el de Santa Clara o la noticia de la amenaza británica, francesa u holandesa sobre La Habana en distintos momentos”.
Destacó las paradas de la Ruta especial de Boloña, en la Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle, y en el Palacio del Marqués de Arcos, otrora Liceo Artístico y Literario de La Habana. Invitó a los presentes a admirar el enorme mural, donde están las personalidades que asistían al Liceo. “No olviden que por esa calle de Mercaderes se iba desde el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, un centro educacional para el clero y luego también para laicos, a la Universidad Real y Pontificia, fundada en 1728”.
Asimismo, el Dr. Leal comentó que el recorrido incluía una visita a la librería de Boloña, sello editorial de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), “que lleva el nombre de ese ilustre impresor habanero (…). De Boloña, dijo, se conservan los magníficos grabados, ilustraciones y no pocas publicaciones”.
Más adelante subrayó lo importante que era iniciar la Ruta por el antiguo Palacio de los Capitanes Generales. Aquí “concluyó técnicamente la dominación española en esta latitud del mundo, el 1 de enero de 1899, y la bandera de Cuba fue izada en el asta de Palacio por el generalísimo Máximo Gómez, quien difunto fue velado aquí como otros grandes libertadores”.
El intelectual indicó también que “el Palacio fue el lugar adonde vino la madre de Martí, como aparece en la película de Fernando Pérez, a esperar al Capitán general para suplicar un indulto para su joven hijo condenado, y, al mismo tiempo, el espacio donde, durante su breve estadía legal en Cuba, Antonio Maceo acudió, por invitación del Capitán general, para conocer cuáles eran sus propósitos políticos y el futuro de Cuba. Fue también el sitio, adonde llegó el varón Alejandro de Humboldt, con las cartas que le autorizaban a su histórico viaje por la isla de Cuba”.
Los participantes en el recorrido, guiados por Mario Cremata, director de Boloña, visitaron la Casa de la Poesía -antiguo Palacio del Marqués de Arcos-, y se informaron acerca del quehacer cultural que se desarrolla en esa institución, en tanto, Argel Calcines, editor de Opus Habana, se refirió al nacimiento y evolución de esta revista que, desde 1996, testimonia el proyecto de restauración integral en el entorno más añejo de la capital cubana.
Otra de las paradas fue en la Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle, fundada por Emilio Roig de Leuchsenring en 1938, la cual atesora en sus fondos unos sesenta mil libros, revistas, periódicos, audiovisuales, mapas y tesis, entre otros documentos. El público apreció las primeras publicaciones de la OHCH, como los tomos de las Actas Capitulares del Ayuntamiento de La Habana, los Cuadernos de Historia Habanera y La Habana. Apuntes Históricos, evidencia del empeño editorial del Dr. Roig, del cual hoy es heredera Boloña.
“Hemos comenzado con los Cuadernos de Historia Habanera, pero seguiremos con otras obras de Emilio Roig, que queremos despertar para los jóvenes”, aseveró Mario Cremata en la Ruta dedicada al 500 cumpleaños de la otrora villa de San Cristóbal de La Habana. Anunció, a su vez, la apertura de una tercera librería de ese sello editorial, que se llamará Las Maravillas de Boloña.