Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Con la interpretación de Una verdad, a cargo del conjunto de música antigua Cantábile, comenzó la presentación especial de El Sincopado habanero, boletín del Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, en el Palacio del Segundo Cabo (Centro para Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba- Europa), incluida en el programa de Ediciones Boloña en la XXVIII Feria Internacional del Libro de La Habana.
Miriam Escudero, directora del Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, señaló que habitualmente la publicación sale a la luz en soporte digital, pero esta vez se reprodujo, además, en una edición limitada en formato impreso.
Esta décima edición se dedica al Festival de Música Contemporánea de La Habana y a la temporada de conciertos Habana Clásica, dos encuentros efectuados en noviembre del pasado año.
Escudero se refirió al espacio Documenta Musicae, que publica el trabajo “Iconografía musical en las marquillas cigarreras de La Honradez”, por Yadira Calzadilla, y explicó que la portada exhibe una imagen de Maikel Sotomayor, quien se inspiró en la obra inédita El viejo y el mar, de Marius Díaz.
En la bella contraportada se aprecia una instantánea de la cellista Regina Ramos, que en Habana Clásica ejecutó el violoncello, modelo De Munck 1730, primer instrumento construido por el equipo que dirige Juan Carlos Prado, del Taller de Luthiería de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
El próximo número de El Sincopado habanero resumirá los meses de enero hasta abril del presente año y se presentará en junio próximo, durante la realización del II Taller Internacional de Patrimonio Histórico-Documental.
Nacida en 2016, esta publicación se dedica a “divulgar estudios sobre patrimonio musical y propuestas de socialización de la música en disímiles escenas citadinas”, según afirmó Miriam Escudero, su directora.
Este sábado 9 de febrero, a las 10:00 a.m., desde el Museo de la Ciudad, partirá una Ruta especial por las publicaciones periódicas, en la cual se efectuarán paradas en la Casa de la Poesía, el Palacio de Lombillo –donde radicó durante un tiempo la revista Opus Habana–, la Biblioteca Histórica Francisco González del Valle y la librería de Boloña.