Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Solamente si se conoce a la artista Silvia Rodríguez Rivero se puede entender el por qué es capaz de buscar una nueva faceta en su infinita creación poética emocional. (..) En ella vive su obra; su mundo, que ella recrea como un pájaro delicado dondequiera que va. El nido de ella es perfectamente reconocible, señaló el Dr. Eusebio Leal Spengler al destacar el quehacer de la creadora.
El Historiador de la Ciudad de La Habana presentó la exposición personal de Rivero, Yo te amo ciudad, en el Palacio Lombillo, en la Plaza de la Catedral, que deviene homenaje a la capital en sus 500 años de fundada, además de formar parte de las acciones colaterales del Festival de Música Antigua Esteban Salas, que, organizado por el Conjunto de Música Antigua Ars Longa, transcurrirá del 1ero al 10 de febrero próximo.
Tras aseverar que “estos retablos y aves son su vida misma; aquí están sus sueños, aspiraciones, esperanzas y herencia”, el Dr. Leal comentó sobre el antiguo Liceo Artístico y Literario de La Habana, en cuyo frente hay “una pared mural donde se representa el rostro y la figura de los intelectuales que una vez colmaron el ambiente del Palacio del Marqués de Arcos. Se trata de uno de los edificios más bellos que conforman los de la Plaza de la Catedral”.
“Por aquí se escucharon, a viva voz, dijo, los versos de La Avellaneda, y aquí recibió ella homenajes cuando regresó a Cuba. Al mismo tiempo es el sitio adonde acudieron todos los que estudiaban en el Real Seminario de San Carlos o en la Universidad de San Gerónimo. Por eso en este lugar, añadió, vamos a encontrar a los grandes intelectuales: a los jóvenes Céspedes y Agramonte; al bienhechor de las Artes y las Letras, el Obispo de Espada. Escucharíamos, como ahora, los acordes de la música más delicada, pero interpretándola el joven Claudio José Domingo Brindis de Salas, quien murió en la pobreza, lejos de Cuba, en una calle de Buenos Aires.
Explicó que en el Palacio de Lombillo el Dr. Emilio Roig de Leuchsenring, su predecesor, lo recibió en 1959. Evocó que fue cuando él tenía 16 años de edad y Roig era un hombre adulto que había consagrado su vida a La Habana, a la batalla por la no destrucción. “Luchó por la Iglesia de Paula, que iba a ser demolida para ampliar el tranvía habanero; luchó junto a los jóvenes sobrevivientes del 27 de noviembre, entre ellos, Fermín Valdés Domínguez, por la preservación del muro donde, al menos dos de ellos fueron ejecutados, y luchó por La Habana. Aquí se dieron las conferencias, estuvo el Museo de la Ciudad…”, agregó.
La muestra Yo te amo ciudad está integrada por piezas nunca antes exhibidas; figuras que tocan instrumentos imaginados por la artista. Entre los retablos que han distinguido su obra se expone por primera vez Novia de la ciudad. En sus piezas recientes han aparecido otras novias, “siempre llevando edificios, torres, cúpulas y fachadas en sus faldas como reminiscencias de una creación mayor”.
También el público puede apreciar una versión reducida del mural exhibido en la casa de Silvia. En diferentes soportes también están temas conocidos, pero siempre renovados, de su pintura: ángeles o figuras humanas aladas, viajes en barca por mar o por aire, la naturaleza y los sueños.
La necesidad de la autora de expresarse la ha motivado a incursionar en la decoración de la cerámica, y ha concebido piezas únicas, donde la base es el pretexto para cubrir de color y decorar las formas con sus temáticas preferidas. En ese sentido, la exposición ostenta trabajos realizados sobre barro trinitario, cuyo resultado sorprende por su belleza y sentido del color en torno a la sinuosidad de las vasijas. Asimismo, aparecen dos serigrafías, por vez primera, a disposición de los visitantes, en una tirada limitada.
Silvia Rodríguez Rivero (La Habana, 1952) es pintora, poeta, directora artística y productora musical. Graduada de Licenciatura en Economía por la Universidad de La Habana, su obra literaria y musical están íntimamente vinculadas con la de su esposo, el compositor y pianista cubano José María Vitier. Recibió los premios al Mejor Productor Discográfico en Cubadisco 2003 y 2013, y obtuvo el Premio Absoluto de Poesía Musicalizada, en la XVII edición del Premio Internacional de Poesía NOSSIDE (Italia).
Ha expuesto sus obras en galerías de Cuba y otros países, y estas se encuentran, además, en colecciones privadas en la Isla caribeña, Europa y Estados Unidos.