Por: Evelyn Fernández
El Centro Hispanoamericano de Cultura de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana se engalana una vez más, hasta el 14 de febrero, como sede de la Bienal de Cerámica de Esculturas, Instalaciones y Proyectos, evento que enriquece las dos salas con excepcionales propuestas de artes visuales.
La Curadora y también directora del Museo Nacional de Cerámica Contemporánea, Surisday Reyes, destacó a Habana Cultural que este encuentro competitivo incluye la muestra concurso en la planta baja (sala Cernuda) del Centro Hispanoamericano de Cultura y en la plana alta (sala Loynaz) se le dio un espacio a la artista Martha Jiménez, quien fue laureada con la Beca de Creación que otorga el Consejo Nacional de las Artes Plásticas. “Estamos muy complacidos porque ha sido un año en que la participación de los jóvenes ha sido privilegiada, aún cuando contamos también con los habituales creadores que se suman y apoyan el museo”, mencionó.
Reveló que el jurado fue muy agudo a la hora de seleccionar las piezas y decidir las premiaciones, donde se privilegia el trabajo con la escultura y se visualizan todas las posibilidades expresivas que ofrece la cerámica.
Momento especial, en la inauguración de la Bienal de Cerámica fue la entrega del Premio de Creación del Consejo Nacional de las Artes Plásticas (CNAP) a Ioán Carratalá por la obra Descendientes de Ícaro de la serie “Identidad condicionada”, 2018. Sus piezas denotan un símbolo donde se integran los elementos formales, culturales y conceptuales. El sobresaliente creador manifestó su alegría y sorpresa al recibir el reconocimiento, y explicó a Habana Cultural que en Descendientes de Ícaro y Papá yo quiero…, trata de reflejar cómo factores económicos, políticos y sociales condicionan la identidad de cada uno de los seres humanos. “Mi obra trata el tema migratorio, la posibilidad de viajar y como eso se encuentra actualmente en la mentalidad de las nuevas generaciones”, ratificó.
También fueron concedidos el Premio Alfredo Sosabravo a Teresa Sánchez por la obra Klein político, 2018, por la integración de los efectos de luces y sombras barrocas con un lenguaje abstracto; el Premio Alboroto Quieto a Yennit Hernández por Luz y sombra I, 2018, por la integración de los efectos de luces y sombras barrocas con un lenguaje abstracto; y Premio Especial a Alejandro Cordovés por Resultados forenses, 2018, que muestra un despliegue del repertorio cerámico cargado de mensaje. A su vez, se otorgaron dos menciones a Tomás Núñez por su obra Contenedor de historias, de la serie “Contenedores”, 2018, y a Roger A. Pérez por Emigrantes en la luna, 2018.
Desenlace, 2018, de Miguel de la Caridad Alvarado; A la deriva, 2018, de Robín Echenique; La insoportable levedad del barro, 2018, de Gilberto E. Gutiérrez, así como Contenedores de emociones, 2018, de Carlos A. Rodríguez, y Voy a perder la cabeza por amor, 2018, de David Velázquez, son algunas de las piezas en exposición.
La percepción del riesgo
A su vez, como parte de las propuestas de la Bienal de Cerámica se exhibe también en el Centro Hispanoamericano de Cultura, pero en la sala Loynaz, la exposición personal Riesgo, de Martha Jiménez.
El curador de la muestra, Yaniel Pérez, dijo a Habana Cultural que la artista recibió en 2016 el Premio de la Bienal de Cerámica, y uno de los requisitos de ese galardón fue una Beca de Creación, consistente en una exposición personal en la próxima edición. “Riesgo presenta la misma temática y técnica que en 2016. Es un proyecto instalativo de cerámica y metal donde los riesgos, los retos y el equilibrio se manifiestan como elementos fundamentales de la existencia humana”, subrayó.
Riesgo, de Martha Jiménez, envuelve al espectador en un ambiente de tensión con sus posturas dinámicas y complejas, y la necesidad de ver la vida como un controvertido espectáculo en que cada cual juega un rol determinado. La muestra atiende el tema del circo y todos los personajes son mujeres en diferentes posturas y situaciones, que no solo están asociadas a esa vida circense sino también al contexto cubano y latinoamericano.
Durante la cita, se entregó el libro Lo difícil de ser hembra, de Martha Jiménez, a la Galería de Arte “Carmen Montilla”, el Museo Nacional de Bellas Artes y al Museo Nacional de Cerámica Contemporánea. En el volumen se visualiza la obra más representativa de la destacada pintora, escultora y ceramista, Premio Unesco desde 1997.
Yaniel Pérez, curador de la muestra, indicó que en el libro participan varias personalidades de la cultura cubana como Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad de La Habana; y Miguel Barnet, Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y de la Fundación Fernando Ortiz.
Equilibrista (Premio de la Bienal de Cerámica Esculturas, Instalaciones y Proyectos, Habana, 2016), Equilibrista II, Equilibrista III, Sacrificio y S/T de la serie “El Circo”, entre otras, son algunas de las piezas de Martha Jiménez que deleitan al público en el Centro Hispanoamericano de Cultura.
La prestigiosa artista dijo a Habana Cultural que la temática del circo con sus retos y riesgos es recurrente en sus creaciones, sobre todo para exaltar a la mujer caribeña, ya que le interesa mostrar cómo son dueñas de su propia vida.