Tomado del diario El País
Por Mauricio Vicent y María Antonia Sánchez-Vallejo
Eusebio Leal (La Habana, 1942) dirige la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana desde hace casi cuatro décadas. Desde ese puesto, ha estado al frente de las labores de rescate y rehabilitación del Centro Histórico de la capital cubana, que se ha convertido en un emblema de la conservación patrimonial en América Latina y en un modelo sobre cómo combinar restauración y desarrollo social en zonas de alto valor arquitectónico, por lo que ha sido distinguido con el Premio Reina Sofía y muchos otros galardones.
Con él han descubierto los secretos y maravillas de La Habana Vieja los visitantes más ilustres, desde los ex presidentes españoles Adolfo Suárez y Felipe González, al Rey emérito Juan Carlos I o el ex presidente norteamericano Barack Obama. A todos los acompañó Leal, igual que hará el próximo viernes con el presidente Pedro Sánchez, cuya visita considera un “gesto de amistad”. “Es una visita muy significativa, pues con él viene todo el pueblo español. Dije un día que se puede prescindir de los políticos, pero de España no: España es consustancial a la naturaleza de nuestro pueblo, somos de la misma estirpe, un pueblo que puede perdonarlo todo menos que le pisen la capa. Nos han tratado de pisar la capa y aquí estamos”.
Leal, a quien todo el mundo en La Habana le llama Eusebio, sin el apellido, habla de la política de presión y embargo norteamericano, que acaba de recrudecer de nuevo la administración Trump al incluir en su lista negra de empresas cubanas a una serie de hoteles en los que los estadounidenses no pueden alojarse, incluido el recién inaugurado Gran Hotel Packard Iberostar. Se da la circunstancia de que es en este hotel donde se quedará la delegación que acompaña a Sánchez y donde celebrará un gran foro empresarial hispano-cubano, una de las principales actividades del viaje.
“El bloqueo se convierte casi en un ataque domiciliario, tratan de dividir las familias, de impedir el regreso, de bloquear la posibilidad del encuentro, de atacar las remesas…”. El Packard, dice, “es un símbolo de la voluntad expresada de manera constante por las empresas españolas de permanecer en Cuba y prestar un servicio de excelencia”. EEUU justifica la penalización porque la empresa cubana propietaria del hotel, la corporación Gaviota, forma parte del conglomerado empresarial de las Fuerzas Armadas, pero, asegura Leal, ahí Washington se equivoca: “Lo cierto es que la asociación es con todos nosotros. Si el problema es por una asociación con los militares, que sepan que todos nosotros somos soldados”.
Leal está inmerso ahora en numerosas obras de restauración de cara a la celebración de los 500 años de la ciudad, el 16 de noviembre de 2019. Pero ve esta conmemoración no como un fin, sino como “punto de partida para hacer cosas importantes y soplarle vida a la ciudad, despertarla”. “Nuestra tarea es preservar, pero conservar no para momificar el pasado. La misión que tenemos hoy es precisamente darle vida, que la ciudad sea para los que la viven, por eso la Oficina ha creado escuelas, ha trabajado en la creación de centros de salud, en la creación de viviendas en edificios históricos, que es la única manera de que La Habana y su Centro Histórico no se conviertan en un pueblo viejo o en un centro turístico, sino en un pueblo acogedor, abierto y vivible”.
Cuenta Leal que gracias a la ayuda de la cooperación española funciona desde hace años la Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos, que ya ha graduado a 5.000 alumnos, y que, gracias a esta mano de obra altamente cualificada, ha sido posible llevar adelante la ingente tarea de la rehabilitación de La Habana, que ha sido premiada por la Unesco. A los que se oponen al viaje de Sánchez y a cualquier acercamiento a Cuba, les manda un mensaje muy directo: “En 1898 España perdió Cuba, pues en vez de otorgarle la soberanía al pueblo cubano, como debió ser, se la cedió a Estados Unidos. Eso nunca debió ocurrir. Se decía: más se perdió en Cuba. Todavía muchos se lamentan por haberla perdido y esa es la causa por la que también la quieren suya… España no debe perder Cuba por segunda vez”.
Uno de los desafíos a los que se enfrenta ahora la ciudad, reconoce, es el del gran incremento del turismo. “Pero no podemos satanizarlo ni tenerle miedo, pues este es un país pequeño y bloqueado que requiere tener las puertas abiertas. Lo que dijo el Papa: que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba. La puerta está abierta. Estados Unidos y algunos tratan de cerrarla: pues mantengámosla abierta, que cada vez que entre una nave al puerto sea una victoria”.
Leal da una especial relevancia histórica a la vista de Sánchez, pues trae consigo algo muy especial para Cuba: la silla de campaña de Antonio Maceo, héroe de las luchas de Independencia contra España, caído en combate el 7 de diciembre de 1896. La silla, tallada en una palma real con una estrella solitaria grabada en su respaldo, se la llevó a España el gobernador de la isla Valeriano Weyler. Han sido 21 años de gestiones para traerla de regreso, cedida por dos años, gracias al apoyo del Ayuntamiento de Palma de Mallorca: “¿Cómo no ver en este acto un hermoso gesto, no ya de reconciliación, pues esa está hecha hace mucho tiempo, sino un acto sincero de amistad? Lo que España trae es una parte de ella, y lo que nosotros recibimos es una parte nuestra, somos un solo corazón y un alma sola, en las buenas y en las malas”.
A la pregunta de qué es lo que lo que más le hace falta para continuar la obra restauradora, responde sin dudar: “que no venga un ciclón”. Sólo en segundo lugar reclama que “ese espíritu nuestro que se ha batido con tanta hidalguía por salvar lo suyo, sea asistido y apoyado como merece”. Y, agrega, “como nación hispanoamericana tenemos la esperanza de que España participe”. Menciona el viaje de los Reyes a San Antonio (Texas), donde se conservan algunas edificaciones de la misión de San José fundada en 1720 por el franciscano valenciano Antonio Margil. “Esas cuatro piedras son maravillosas, pero La Habana es la más occidental margarita de la corona española, es la llave del nuevo mundo, La Habana es La Habana… y el año próximo será un año propicio para muchas cosas…”.