Por: Danae Pata Río, especialista Casa Víctor Hugo
La cultura francesa es citada una vez más en el escenario artístico cubano a través de la labor desplegada por la Casa Víctor Hugo, centro que en esta ocasión presenta al público un homenaje al pintor francés Pierre Bonnard. Treinta acuarelas de pequeño formato realizadas por la artista cubana Sulian Linares Ramos integran la muestra Sobre la mesa, exposición inaugurada el pasado 19 de octubre y que permanecerá en sala todo el mes de noviembre. Durante la ceremonia de inauguración el público tuvo el privilegio de contar con las palabras de la propia artista, el curador de la muestra, Deivy Colina Echevarría y de Roger Grévoul, presidente fundador de la asociación Cuba Cooperación Francia, quien se encontraba visitando el centro en aquellos días. El curador y la artista hicieron énfasis en torno a la apropiación que se hace de la obra de Bonnard; mientras que Grévoul destacó la labor que desempeña en la Isla la asociación Cuba Cooperación Francia mediante la Casa Víctor Hugo y cuantiosos proyectos dispersos por la Isla vinculados a la familia, el medio ambiente, el saneamiento, el deporte, y otros. Asimismo, reafirmó la colaboración de la asociación en las celebraciones que tendrán lugar el próximo año por el aniversario 500 de la fundación de la Villa San Cristóbal de La Habana.
Sulian Linares (Santiago de Cuba, 1985) ha logrado ganarse un espacio en el ámbito expositivo cubano. Cursó estudios de pintura en la Academia Nacional de Artes Plásticas San Alejandro y ha exhibido sus piezas en Cuba, Bélgica, Estados Unidos, Argelia y Rusia. Una de las experiencias que ha marcado su obra ha sido su participación en el taller Los Nuevas Fieras, impartido en las aulas de San Alejandro por la reconocida artista y profesora cubana Rocío García, el cual propone rescatar la liberación del color como premisa inherente a la modernidad pictórica de principios del siglo XX. La aprehensión y experimentación en torno al fauvismo y otras tendencias en boga, adquiridas a través de estas clases magistrales, han devenido para Sulian en una devoción especial por la pintura de aquella etapa, y en especial por la obra de uno de los creadores del movimiento de Los Nabis, Pierre Bonnard. Tal admiración se concreta hoy en la exhibición Sobre la mesa.
El homenaje que ha querido hacer Sulian parte de la reinterpretación de un aspecto esencial de la obra de Bonnard: su maestría para transmitir al espectador sensaciones o sentimientos de soledad, ternura, incomunicación, erotismo, etc. Este elemento alcanza su máxima expresión en la pintura de interiores, reflejado en sus desnudos y en situaciones de la vida cotidiana como son sus numerosas escenas en torno a la mesa del comedor. Sulian se apropia de esta característica y la desarrolla también en espacios interiores, a través de recursos formales similares como son el uso de encuadres cortados bruscamente y de primeros planos, con el fin de centrar la atención en una persona, grupo o sitio determinado. Sin embargo, ella prefirió poner “sobre la mesa” otras problemáticas sociales: la violencia, la lucha de poder y la ambición, mediante escenas de fuerte tensión dramática.
En el proceso de creación de las piezas, la artista concibió personajes y locaciones ancladas en la época en que vivió Bonnard, la primera mitad del siglo XX, aunque sugiriendo conflictos más cercanos a la cotidianidad que vivimos en el presente milenio. En este sentido, Sulian se apropia de recursos estéticos de la pintura de Bonnard y le imprime cierta contemporaneidad al tema, honrando así el deseo expresado por el artista un año antes de su muerte: Je voudrais arriver devant les jeunes peintres de l’ an 2000 avec des ailes de papillon (Me gustaría llegar ante los jóvenes pintores del año 2000 con alas de mariposa). Dos elementos formales que remiten a la obra de Bonnard en las piezas exhibidas son la pincelada a base de manchas y la gama de colores, aunque esta última en una escala más baja debido a las peculiaridades de la técnica de la acuarela. Según palabras de la artista, la presente exposición ha sido una oportunidad para saldar una deuda pendiente con la acuarela y con un pintor que considero uno de mis mejores maestros.
Acoger la muestra Sobre la mesa ha constituido para la Casa Víctor Hugo una magnífica propuesta para visibilizar y rendir homenaje a un pintor poco revisitado en el ámbito artístico cubano. Esta ha sido otra de las satisfactorias experiencias resultantes de los lazos de colaboración franco-cubana establecidos entre la Oficina del Historiador de La Habana y la Asociación Cuba Cooperación Francia.