Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Fotos: Thays Roque Arce
En el habitual cierre del programa Rutas y los Andares para Descubrir en Familia, en el Teatro Martí, el Dr. Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, manifestó que “ha sido una oportunidad más para ejercitarse, muy creativamente, buscando que no se convierta en un lugar común o una tarea aburrida, el llevarlos a ver lo que siempre hay que descubrir con mirada nueva, con ojos nuevos y con espíritu de alegría”.
Indicó que se alegraba muchísimo de que los participantes “pudieran compartir como testigos generacionales el cambio y la transformación que por estos años se vivieron en el Centro Histórico y en otros lugares de la ciudad, donde, por mandato de la ley y por espíritu de hacer y de construir, nos hemos empeñado”.
“La Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) no es más que la expresión de la voluntad política de la nación de preservar su patrimonio cultural”, añadió Leal y, más adelante, reconoció que estos más de 15 años de Rutas y Andares han incidido en cómo el resto del país mira su patrimonio, su historia local, y lo comparte: “Esta es una expresión que, con nombres distintos pero igual espíritu, se replica y florece en las urbes que forman la Red de Ciudades Patrimoniales cubanas, las 8 históricas más aquellas que se van incorporando inspiradas por la premisa de que no se puede ir al futuro si no se mira al pasado”.
A las puertas del 500 cumpleaños de la otrora villa de San Cristóbal de La Habana, en su asentamiento actual, llamó la atención, sobre todo, en el movimiento constructivo y de embellecimiento que se vive en torno al pueblo y la ciudad toda: “Por ejemplo, obras de gran significación, como el Capitolio Nacional a donde vuelven los símbolos del poder del Estado, esa obra tremenda de restauración que pone en valor una arquitectura de excepción, que nunca más se hará”.
“Trabajamos, que es la mejor manera de decir”, aseveró, para explicar que junto a lugares de relevancia cultural se erigen otros de carácter social, como los colegios que honran a José Martí y a los hombres vinculados con su formación política y cívica, su padre Don Mariano Martí y su maestro Rafael María de Mendive. Tres escuelas, que llevarán sus nombres, están actualmente en obras.
Por su parte, Katia Cárdenas, directora de Gestión Cultural de la OHCH, felicitó a los equipos creativos que hicieron de las Rutas, los Andares y los talleres, opciones deseables para los cubanos, e informó que “más de 600 guías y colaboradores favorecieron ese amplio e intenso programa de verano”.
Una buena parte de las familias, precisó, eligió la Ruta por la Independencia, recorrido por las colecciones referidas a las gestas patrióticas en el aniversario 150 de su inicio. Esa preferencia fue seguida por las rutas La imagen femenina por las colecciones de los museos y por sitios patrimoniales del mundo etnográfico, con un destaque particular a la Casa de África, que este año dirigió un Andar por el consejo Pilar-Atarés, del Cerro; realizó un importante ciclo de Andares virtuales por la evolución humana y premió a las familias con visitas a la emotiva exposición Mandela 100”.
La ruta especial de mayor asistencia y aceptación fue Patrimonio y Memoria. De Cuba para el mundo, concebida por el Centro de Gestión Cultural y el Consejo Nacional de Patrimonio. Su Directora, Gladys Collazo, estuvo presente en la cita con parte del equipo gestor de la Ruta. “Agradecemos esa cercana colaboración que nos permitió compartir con los parranderos de la zona central, grupos portadores de la tradición del Punto Cubano, con maestros roneros y de otras expresiones de nuestro patrimonio inmaterial. Esta ha sido la propuesta más atractiva del año”.
Una vez más, el público escogió como destino más solicitado a la Quinta de los Molinos, con sus recorridos de jueves a domingo, sus rutas especiales y su programa de educación ambiental que incluyó 18 talleres para niños y adolescentes y 4 Andares virtuales.
Otro espacio de mucho movimiento, con apenas un año de creado, el Centro A+, pensado por y para los adolescentes, donde se realizaron 56 talleres, de fotografía, locución, periodismo y música, entre otros, en los que participaron
1 310 adolescentes.
De manera particular, uno de los talleres preparó a los infantes para ser Guías del Patrimonio, en el Centro de Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa, con sede en el Palacio del Segundo Cabo. Esta institución también acogió la mayor cantidad de Andares Virtuales, como forma de participación pensada para los adultos mayores.
Al sostener que “no hemos dejado de andar por las calles habaneras”, mencionó que algunos de los recorridos más concurridos fueron la presencia de “Martí en el Prado habanero”, los “Patios Coloniales” y “Tras la voz de grandes autores”, este último organizado por la Casa de la Poesía.
Varios de los Andares contaron con el servicio de interpretación para personas sordas, gracias al proyecto Cultura entre las Manos, de la emisora Habana Radio.
Las familias participantes en la temporada procedieron de municipios como Centro Habana, 10 de Octubre, Playa, el especial de la Isla de la Juventud, y provincias como Pinar del Río o la distante Sancti Spíritus. Este fenómeno evidencia que Rutas y Andares no es una opción exclusiva de La Habana Vieja, ni de sus habitantes.
“Dispusieron de una parte de su tiempo libre para conocer de historia, patrimonio, ciencia y cultura. Han compartido esta experiencia y la han recomendado a sus amigos, y de esa suerte se ha conformado una red de seguidores de las Rutas y Andares que asisten, sugieren, inciden, en un programa verdaderamente participativo”, concluyó.
En tanto, Germinal González Silva, asiduo participantes en Rutas y Andares, que ha adquirido la condición durante varios años de Familia ganadora, destacó que “este programa fue creado, fundamentalmente, como una opción para que la familia junta pudiera disfrutar de paseos que, a la vez, le permitieran aprender de la historia y la cultura de esta ciudad, que ya casi cumple medio milenio”. Es un proyecto, dijo, muy amplio, por su alcance, ya que abarca a familias del entorno colonial habanero y de otros municipios.
Indicó que “ha sido un espacio para compartir experiencias con nuestras familias y conocer nuevos amigos. Los que participamos en esta fiesta de verano ya somos una gran familia. Cuando en agosto nos despedimos, más que un adiós es un hasta luego. En julio, con el rencuentro, es como si nos hubiéramos visto el día antes”.
Agradeció, de manera particular, a la Dirección de Gestión Cultural; a los guías, por su preparación y conocimiento, y al Historiador, Dr. Eusebio Leal Spengler, “quien ha sido incansable en el rescate de nuestra historia; “él nos ha enseñado, con su ejemplo, todo el amor hacia la obra de conservación de sitios emblemáticos (…). Este proyecto nos ha permitido compartir la obra de rehabilitación de esta ciudad, para amarla y preservarla”.
Finalmente, entregó al Dr. Leal un reconocimiento en nombre de las 456 familias ganadoras del Gran Premio de Rutas y Andares, y el cantante y autor cubano Raúl Torres, como antesala a su concierto, regaló al intelectual la letra de la canción Cabalgando con Fidel, escrita por él.
Como colofón, las familias disfrutaron del concierto Medio milenio bajo tu seno, a cargo de Torres y su grupo, en el que se interpretaron temas como Regrésamelo todo, Se fue, Café, El regreso del amigo, Cabalgando con Fidel y PalaHabana.