Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
En la Plaza de la Catedral, en las áreas exteriores del Museo de Arte Colonial, se dieron cita los participantes de la Ruta “La imagen femenina construida a través de las colecciones”, que abarcó visitas a la Biblioteca Histórica Cubana y Americana, el Archivo, la Fototeca, y los Museos del Tabaco y de Naipes, todas instituciones de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Al iniciar el recorrido, Natasha Moreira comenzó evocando la fundación el 11 de junio de 1938 de la Biblioteca Histórica Cubana y Americana y el Archivo, de la OHCH, a sugerencia del Historiador de la Ciudad de la Habana, Dr. Emilio Roig de Leuchsenring.
La especialista en Gestión del Patrimonio Documental, del Archivo Histórico, explicó acerca del surgimiento de la Biblioteca, obra a favor de la cultura, que tomó como punto de partida la necesidad de fomentar el conocimiento de la historia cubana, mediante la socialización de importantes colecciones privadas donadas por sus propietarios con este fin.
Francisco González del Valle y Ramírez, abogado y profesor del colegio de primera enseñanza La Ilustración, al morir, el 18 de diciembre de 1942, dejó en su testamento la voluntad de entregar todos sus libros cubanos y sobre Cuba a la Biblioteca Histórica Cubana y Americana, razón por lo cual esta lleva su nombre.
Roig de Leuchsenring rescató de manos de particulares gran número de papeles administrativos municipales de extraordinario interés histórico, labor ésta que ha continuado el actual Historiador, Dr. Eusebio Leal Spengler, quien ha gestionado donaciones y comprado documentos relevantes.
La misión del Archivo, como custodio de valiosísimos fondos, es conservarlos adecuadamente y mejorar su estado en lo posible, y así salvarlos para la posteridad y facilitando su consulta por los investigadores sin detrimento de las fuentes.
Sin duda alguna, el quehacer de Roig de Leuchsenring, tiene un mérito incuestionable. Él trabajó incansablemente, hasta su muerte, por aumentar el caudal documental a su cargo, tenerlo óptimamente, haciendo uso de él en sus investigaciones y divulgándolo convenientemente en aras del florecimiento cultural de la nación. Su obra es imperecedera.
En tanto, la Fototeca de la OHCH, nacida en la década de los 90 de la pasada centuria, atesora un valioso fondo documental, constituido por más de catorce mil fotos sueltas, 160 álbumes, más de siete mil diapositivas, cerca de tres mil negativos y 448 documentos especiales, lo cual ha permitido rescatar una parte de la memoria histórica nacional y brindar un soporte gráfico a investigadores y especialistas que tienen a su cargo la obra de rehabilitar y conservar la ciudad.
Los participantes en la ruta entraron al edificio de Santo Domingo, donde radican la Biblioteca Histórica Cubana y Americana Francisco González del Valle y Ramírez, el Archivo y la Fototeca. En ese recinto estaba expuesta la muestra de grabados Damas del XIX. La mujer representada en los documentos del Archivo, Fototeca y Biblioteca Históricas, del Álbum Poético-Fotográfico de Escritoras Cubanas, interesante libro de género literario preparado por la destacada figura de las letras camagüeyanas Domitila García para obsequiárselo a la poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda.
Para disfrute del público, la Biblioteca mostró originales de la autoría de esas poetisas; también la mirada ávida de los presentes recorrió las páginas de las publicaciones La Moda Cubana y el Periódico Artístico y Literario (editado mensualmente), y así se adentraron en un fantástico mundo ilustrado con figurines y grabados en los que se exponía lo más lujoso de la moda de finales del siglo XIX.
La fotografía del siglo XIX también estuvo presente. Se observaron ejemplares únicos realizados con distintas técnicas fotográficas (daguerrotipos, ambrotipos y ferrotipos), pertenecientes a Concepción y Leonor, hermanas del General Calixto García Íñiguez, y un ferrotipo que guarda el rostro apacible de la madre del Apóstol.
Posteriormente, el público también visitó el Museo del Tabaco, fundado el 26 de febrero de 1993 y ubicado en una edificación del siglo XVIII, sita en la calle Mercaderes núm. 120, que perteneció a la familia de Bartolomé Luque.
Se trata de la única institución en Cuba destinada a conservar y mostrar colecciones vinculadas con la cultura generada por el tabaco, y expone instrumentos para procesar la hoja, pipas, encendedores y otros enseres del arte de fumar, además de una vasta colección de piedras litográficas y marquillas de prestigiosas marcas de puros.
Allí, el grupo recibió explicaciones de la museóloga, Liset Rojas Altamirano, quien comentó acerca de dos exposiciones: una sobre la mujer fumadora, que reúne accesorios, como cigarreras, vanity; encendedores, boquillas; y otra perteneciente al museo, que consiste en una serie de habilitaciones tabaqueras, etiquetas, de diferentes tamaños, con la imagen de la mujer.
Ya en el Museo de Naipes, su directora, Laritza Simeón, condujo a los participantes por un recorrido que abarcó algunas de las colecciones de esa institución y también apreciaron una representación de la mujer en diferentes estilos de naipes y la baraja del Tarok, que se utiliza para la adivinación marcada por 22 arcanos mayores.
Cada martes transcurre la ruta “La imagen femenina construida a través de las colecciones”, que ofrece al público un enfoque plural de cómo es vista la fémina desde los fondos patrimoniales de museos, archivos y fototecas.
Los recorridos convidan a un viaje por la representación femenina, desde la etapa colonial hasta la actualidad, con escalas que nos conducen a otras latitudes como la Francia del siglo XIX o a esferas muy puntuales, entre ellas, la mujer reflejada en diversos tipos de barajas.
La Ruta abarca también visitas a los Museos de la Orfebrería, Arte Colonial, Numismático y Napoleónico; las Casas del Vedado y de la Obra Pía; la Perfumería Habana 1791, así como los Palacios de Lombillo y del Marqués de Arcos.