Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Por cuarta ocasión, regresó este verano el Andar Contigo Somos +, como parte del programa Rutas y Andares dirigido a la familia cubana. Llega con una sugerente propuesta que propiciará el vínculo con universidades, escuelas y proyectos, lo cual favorecerá la orientación vocacional y profesional de los adolescentes y jóvenes.
En ese sentido, el pasado martes 3 de julio se efectuó una visita a la Escuela Taller de La Habana Gaspar Melchor de Jovellanos, que, nacida en abril de 1992, posee en la actualidad una matrícula de 225 estudiantes distribuidos en sus dos sedes de Teniente Rey; en Zulueta y Corrales -donde se imparte la docencia y además hay otros talleres- y en el Cementerio Cristóbal Colón. También hay alumnos vinculados a las obras de restauración en el Capitolio Nacional.
Los participantes conocieron que, desde su fundación hasta la fecha, los muchachos del centro han dejado su huella en más de un centenar de obras, en el Centro Histórico y en otras áreas de la capital cubana, a las cuales les han devuelto su belleza de antaño. Entre esas edificaciones sobresalen la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, el Palacio de los Capitanes Generales, la Plaza de Armas, la Catedral, el Centro Hispano-Americano de Cultura, la Cúpula de la capilla central del Cementerio de Colón, así como las Iglesias Ortodoxa Griega y Rusa. Asimismo, han cooperado en la elaboración de tarjas conmemorativas, y en la colocación de bustos en diferentes sitios.
Cada año, a finales de octubre y comienzos de noviembre, la escuela siempre divulga su convocatoria a nuevos cursos para la formación de obrero calificado en diferentes oficios, que varían según la demanda laboral de las Empresas o necesidades de la escuela. En estos momentos cuenta con las especialidades de Restauración General; Albañilería Integral (Cantería, Albañilería y Yeso); Carpintería con talleres como Vidrio, Carpintería y ebanistería; Forja o Herrería y hojalatería; Plomería, Jardinería, Pintura de Obra y Arqueología y, el curso de capacitación la restauración de instrumentos de cuerda (Lutier).
Para el aprendizaje de estos oficios se imparten contenidos teóricos en las aulas y realizan prácticas directamente en puestos de trabajo u obras de restauración habilitados para ello, por lo que los alumnos son contratados; de ahí la importancia de tener edad laboral. Luego de dos años, una vez graduados, los alumnos son ubicados en puestos laborales de los gabinetes de estudio, los talleres de restauración de la Dirección de Patrimonio, la Empresa de Restauración de Monumentos y la Constructora Puerto Carenas, entre otras dependencias de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.
Instituciones similares del país ubicadas en centros históricos de relevancia, como Santiago de Cuba, Trinidad y Camagüey, han tomado como referencia el modelo de enseñanza de la Escuela Taller de La Habana Gaspar Melchor de Jovellanos que, a su vez, les brinda asesoría metodológica en el conocimiento de técnicas y oficios tan antiguos y útiles para el desarrollo social y la conservación del patrimonio edilicio.