Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
El Dr. Eusebio Leal Spengler es un gran peruanista, un conocedor y admirador profundo de esa cultura, que posee un amplio conocimiento del pasado precolombino del Perú, de las artes, la literatura y de su arte popular, además de sentir una gran pasión por la historia de las ideas políticas en el país sudamericano.
Así expresó el Embajador de esa nación sudamericana en Cuba, Excmo. Sr. Guido Toro Cornejo, en la ceremonia de entrega al Historiador de la Ciudad de La Habana de la Orden El Sol del Perú, en el grado de Gran Cruz, una de las distinciones que concede el Estado peruano a sus ciudadanos y extranjeros destacados en campos como las artes, letras, cultura, política y servicios extraordinarios a esta nación.
En un acto efectuado en la Sala de las Banderas del Museo de la Ciudad, otrora Palacio de los Capitanes Generales, el diplomático comentó que el Dr. Leal “ha recibido ya muchas condecoraciones del Perú. Tiene la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos, tanto en el grado de Gran Cruz como en el grado de Gran Oficial. Ha recibido la Medalla de Honor de la Ciudad de Lima; ha sido declarado Dr. Honoris Causa por la principal universidad del Perú, que es la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, pero faltaba esta condecoración que es la Orden El Sol del Perú en el máximo grado, en el grado de Gran Cruz”.
Explicó que el intelectual “ha viajado muchísimas veces al Perú y ha brindado su asesoría y su conocimiento para la elaboración de los Planes Maestros de la Ciudad de Lima; es también muy conocedor del patrimonio monumental del Cuzco. Tanto Lima como el Cuzco han sido declaradas ciudades Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco, al igual que la ciudad de La Habana”.
Por su parte, el Historiador de la Ciudad de La Habana rememoró el deslumbramiento que sintió cuando llegó a Perú, en 1970, visitó los pueblos antiguos y subió a la cumbre de Machu Pichu. “Para conocer todo país es necesario hablar con su gente; comer en el mercado, como los comí, anticuchos de corazón; tomar miel de panal en el mercado limeño cerca de la Universidad de San Marcos cuando muy lejos estaba soñar con su reconocimiento académico”.
Como cierre de su alocución manifestó su inmensa alegría al recibir la distinción y mencionó unas palabras de José de San Martín, Libertador del Perú: “(…) La Orden del Sol, patrimonio de los guerreros libertadores y premio de los hombres beneméritos, durará así mientras haya quien recuerde los años heroicos por las instituciones que se forman al empezar una gran época, se perpetúan por las ideas que cada generación recibe cuando pasa por la edad en que se averigüa con respeto el origen de lo que han venerado sus padres”. “Así lo haremos, añadió el intelectual cubano, y primero palidecerá este sol antes que faltar al voto supremo que ante la Patria hemos contraído. Nuestra Patria, además de Cuba, es América”.
La condecoración El Sol del Perú, la más emblemática de ese país, es la primera que existió en la nación, creada por el Generalísimo Don José de San Martín. Solo ha sido otorgada antes en Cuba al líder histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz, y al actual presidente, Raúl Castro Ruz.
A la entrega de la Orden El Sol del Perú, en el grado de Gran Cruz, al intelectual cubano asistieron autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, miembros del Cuerpo Diplomático acreditado en la Isla, diversas personalidades y colaboradores de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH).
