Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Para los chinos, el pasado 16 de febrero de 2018 comenzó el año 4716 del Calendario Chino, el del Perro de Tierra, que finalizará el 4 de febrero de 2019, señaló la investigadora Mercedes Crespo, en un encuentro efectuado en la Casa de Artes y Tradiciones Chinas, situada en el Barrio Chino de La Habana.
En una interesante disertación, la acuciosa estudiosa de la cultura china señaló que se supone que este animal, apacible por naturaleza, juguetón y alegre, que no conoce el rencor y está acostumbrado a obedecer, traiga un poco de paz en el mundo. Según las creencias chinas, el perro simboliza la fidelidad, y se dice que las personas nacidas en este año son leales, honestas, valientes e inteligentes.
Más adelante indicó que el horóscopo chino consta de doce animales con el siguiente orden: rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo. Así, en esa cultura existe la tradición de conceder un signo del zodíaco a cada niño, según el año en el que ha nacido. Las características del animal otorgado determinarán el carácter, los sucesos o, incluso, la suerte de esa persona durante el año de su signo.
Inspirados en las fases del calendario lunar, estos signos existen en la tradición china desde el siglo VI antes de nuestra era, aunque no fue hasta el siglo III a.C. cuando se incorporaron al estudio formal de la astrología y la astronomía.
Cuenta una leyenda que Buda mandó a llamar ante su presencia a todos los animales de la Tierra; sin embargo, solo doce aparecieron ante él. El primero en hacerlo fue la rata, ya que al ir posada sobre el lomo de un buey, nada más ver a Buda, dio un salto y corrió hacia él.
La rata representa, pues, el primer año y los demás tienen las características del resto de animales que llegaron tras ella. Como es lógico, el buey fue el segundo; y el cerdo, el último.
Otra fábula china refiere que fue el Rey de Jade quien organizó una carrera, para determinar cuáles eran los animales más rápidos. Los primeros doce que lograron cruzar un río señalado se escogieron para representar a las doce ramas terrestres en las que está dividido el orden cíclico del calendario lunar.
El signo de cada persona depende del año –y por lo tanto del animal- en el que se ha nacido y siempre teniendo en cuenta que este comienza a finales de enero o principios de febrero. Las características de ese animal serán las que determinarán la personalidad, la suerte, las desgracias o, incluso, el amor ideal de cualquier persona.
Según los antiguos filósofos chinos, los cinco elementos fundamentales del Universo que se combinan con los doce animales e influyen en su personalidad son: el metal, la madera, el agua, el fuego y la tierra. Cada elemento reina dos años, uno bajo el signo del Yang y otro bajo el signo del Yin, y de esta manera se establece un equilibrio perfecto.