Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
“La obra del Dr. Eusebio Leal Spengler está ya inscripta de manera indeleble en la historia de la cultura y de la nación cubana”, sostuvo el ministro de Cultura de Cuba, Abel Prieto, en la presentación del libro Nuestro amigo Leal, compilado y editado por Mario Cremata Ferrán, director de Ediciones Boloña.
En el Pabellón Cuba, situado en la zona del Vedado, y ante un numeroso público, que repletó el patio central de esta instalación, Prieto aseveró que “Eusebio tiene una estatura universal indiscutible y es reconocido en todo el mundo como el restaurador, donde convergen lo material y lo espiritual”.
Señaló que más de 90 personalidades de diferentes sectores, de Cuba y el mundo, acudieron al llamado del periodista Cremata para dar su testimonio sobre el Dr. Leal -protagonista principal de la gesta rehabilitadora que se desarrolla en el Centro Histórico de la capital cubana-, con motivo de sus 75 años de vida, el pasado 11 de septiembre, y del medio siglo que cumplió al frente de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), el 11 de diciembre de 2017.
Más adelante reconoció que daba “gusto leer un libro así, ameno, sincero, donde cada cual trae sus recuerdos por haber convivido con un vivificador, un hidalgo, un defensor de grandes contiendas y detalles”. Así, la bailarina Lizt Alfonso valora a Leal como el mago de la ciudad; la historiadora María del Carmen Barcia, un hombre político; la etnóloga Natalia Bolívar, el iluminado colega del tiempo; la ensayista Ana Cairo, el humanista mito; el ingeniero italiano Domenico Capolongo, el Historiador de Cuba; el artista de la plástica Nelson Domínguez, el gladiador, constructor y reparador de sueños.
Al intervenir en la presentación del título, editado por Boloña, Cremata explicó cómo él llegó hasta el Dr. Leal hace 15 años y comentó que fue él quien lo exhortó a cursar la carrera de Periodismo y a continuar investigando la historia. Recordó cuando el intelectual le entregó su título de graduado en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, y expresó con emoción: “Yo quiero que este libro se tome como un texto de un hijo a un padre”.
Explicó que él se preguntó qué obsequiarle al intelectual por su cumpleaños y sus cinco décadas en la OHCH, sin lastimar su acostumbrada modestia. Y “como respuesta surgió este abrazo múltiple: el abrazo de gente que lo admira, que lo quiere, que le debe, que lo genera, gente para la cual ha sido y sigue siendo una inspiración fecundante”.
Agradeció de manera especial a todos los que le brindaron su testimonio, y evocó al Dr. Armando Hart Dávalos (La Habana, 1930 – 2017) para indicar que es “la única persona que le dio su valoración acerca de Leal, que ya no está con nosotros”.
En el prefacio del libro, cuyo diseño estuvo a cargo de Joyce Hidalgo-Gato Barreiro, Cremata manifestó que la primera en responder a su convocatoria fue Alicia Alonso, el mito de la danza. Y lo hizo con unas sentidas palabras, encabezadas por tres vocablos: Nuestro amigo Leal, frase de la cual él se apropió para nombrar al volumen.
Finalmente apunta que “ojalá quienes se acerquen a estas páginas se emocionen como me sucedió según recibía cada mensaje. Cuando los reuní y volví a leer en conjunto, comprendí una vez más la inmensa suerte de vivir en el tiempo de este hombre de la historia universal”.
Por su parte, el académico e historiador, Dr. Eduardo Torres-Cuevas, presentó también en ese espacio Cuba, prendida del alma, del propio Leal, título compuesto por un grupo de intervenciones suyas desde 2015 hasta la actualidad. “El libro tiene un nombre apasionante, refleja quién es Eusebio Leal y qué lleva por dentro”.
Subrayó que la obra de Leal está escrita con el corazón y el conocimiento. Sus mensajes están dirigidos a que cada día tengamos más pasión por Cuba; “su obra se puede encontrar en cualquier parte de nuestro país”.
Tras considerar al intelectual como uno de los grandes humanistas de nuestra era, destacó su calidad intelectual y del sentimiento de lo cubano. “El componente humanista de Leal siempre está presente en su obra y ese humanismo se refleja en su patriotismo”.
El Premio Nacional de Historia agregó que “Eusebio contribuye de una manera esencial con este libro a ese imaginario colectivo que necesitamos, que debe llegar a todos a través de los medios de prensa”. Y seguidamente sentenció: “Eusebio no va a dejar de estar entre nosotros centelleando con su palabra y sus conocimientos”.
Compilado y editado por Mario Cremata Ferrán y con diseño de Themis G. Ojeda, el libro exhibe en su cubierta una imagen del fotógrafo Néstor Martí, tomada el día de la develación de la única estatua ecuestre en Cuba de José Martí, en el parque Trece de Marzo, réplica de la original enclavada en el Parque Central de Nueva York y obra de la artista estadounidense Anna Hyatt Huntintong.
Para iniciar su intervención, el Dr. Leal reconoció que se sentía en el deber de decir que aún no había abierto el volumen Nuestro amigo Leal y no por ingratitud. No lo abrí porque le temía al libro, dijo, y añadió que “fue un texto que hasta el último momento me resistí a darlo a la imprenta”.
En su exposición recordó a sus maestros de la escuela primaria y se refirió a la generación, a la cual él pertenece, que es ávida de conocimientos. “Mi vida está y estará llena de perenne gratitud a las personas que me extendieron la mano”, afirmó para seguidamente decir que “no hay mejor época que la que nos tocó vivir”. Por último le manifestó a los presentes: “Me alegro de tenerlos aquí, amigos. Me alegraré muchísimo cuando abra las páginas del libro”.