Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Como un libro hermoso y de gran utilidad, con un importante material gráfico, evaluó el ensayista, poeta e investigador, Roberto Méndez, a Damas de Social, de Mirta Yáñez y Nancy Alonso, que deriva de esa publicación fundada en 1916 por el caricaturista y publicista Conrado Massaguer.
En la presentación de la obra en el stand de Ediciones Boloña, en la Feria Internacional del Libro de La Habana, Méndez se detuvo en el trabajo muy peculiar de Mirta y Nancy, quienes con un lente muy específico a esa revista se acercaron a veintiocho autoras que publicaron en Social. Se trata de féminas que tienen un concepto nuevo sobre su condición; es la mujer nueva que a Massaguer le encanta caricaturizar, precisó.
En las páginas de Social, junto a las crónicas y fotos de bodas, cumpleaños y bailes de máscaras, aparecieron textos dedicados al arte y la literatura, con un irreprochable diseño, marcado por el estilo más audaz y moderno de la época, el art deco.
Finalmente, el intelectual apuntó que “se trata de un objeto para leer con cuidado y para hojearlo después, muchas veces, como hacemos con los viejos álbumes fotográficos y con las revistas que nos legó la abuela”.
Los lectores hallarán aquí las obras de veintiocho Damas, como las han denominado las coautoras, en un amplio registro de representatividad (literaria, musical, pedagógica, periodística, de activismo cultural y feminista, etc), con las respectivas visiones que de ellas han tenido las intelectuales cubanas que fueron elegidas para valorarlas, quienes acogieron con simpatía y beneplácito participar en el libro.
Explicó Nancy que entre Mirta y ella seleccionaron a las Damas y sus correspondientes Damiselas, escogimos los trabajos de aquellas y revisamos los de estas, decidimos las ilustraciones que incluiríamos y redactamos las síntesis bio-bibliográficas.
Escoger a las Damiselas resultó tarea menos difícil. “Convocamos a intelectuales de prestigio, colegas y amigas a un tiempo”, precisó. Algunas Damiselas escogieron sus Damas; otras aceptaron las sugerencias que les presentamos, y hubo quienes no se amilanaron ante nombres que les resultaban desconocidos. Así, cada Damisela le dio un toque muy personal a su texto y estos van desde lo ensayístico hasta lo ficcional, pasando por el periodismo y la biografía.
Entre las Damas están Luisa Pérez de Zambrano, Blanche Zacharie, Carolina Poncet, Emilia Bernal, María Muñoz de Quevedo, Flora Díaz Parrado, Raquel Catalá, Berta Arocena y Elena Mederos. Algunas de las Damiselas son Georgina Herrera, Olga Marta Pérez, Denia García, Isabel Moya, María Teresa Linares, Graziella Pogolotti, Adelaida de Juan, Margarita Mateo y Vitalina Alfonso.
Ambas autoras agradecieron a Boloña por las dos ediciones publicadas del libro; a Vitalina, que además de editora del volumen, escogió para trabajar a una de las más polémicas damas; a la diseñadora Themis G. Ojeda, quien se vistió del espíritu de Conrado Massaguer; a todos los que hicieron posible su publicación, y “a todas las contemporáneas nuestras que colaboraron con la realización de lindas reseñas”.
Nancy Alonso. (La Habana, 1949) Graduada en Ciencias Biológicas por la Universidad de La Habana, en 1972. Desde 2005 inició una labor investigativa sostenida de la correspondencia de Emilio Roig de Leuchsenring, en colaboración con Grisel Terrón. Esta compilación, editada por Boloña, comprende en su totalidad, alrededor de dos mil cartas y obtuvo en 2016 el Premio de la Crítica de Ciencia y Técnica por toda la colección. Es autora de tres libros de cuentos.
Mirta Yáñez (La Habana, 1947) Narradora, poetisa, ensayista, periodista y profesora universitaria. Doctora en Ciencias Filológicas por la Universidad de La Habana. Desatacada estudiosa de la literatura latinoamericana del siglo XIX y de la literatura contemporánea cubana, en especial del discurso femenino. Como investigadora se destacan relevantes sus antologías, prólogos y otros textos de crítica literaria publicados en Cuba y en el extranjero.
El stand de Boloña en la fiesta del libro y la literatura acogió también la presentación de Art Deco en La Habana Vieja, del ensayista, periodista y curador Alejandro G. Alonso. El reconocido estudioso de los estilos arquitectónicos, Jorge R. Bermúdez, evocó la figura de Alonso, y lo valoró como uno de los más importantes críticos de arte de la segunda mitad de la pasada centuria, que falleciera en diciembre pasado, por lo que no pudo ver materializada la segunda edición de su obra.
Explicó Bermúdez que las páginas del volumen abordan la presencia del art deco desde sus primeras apariciones en la capital cubana, hasta su presencia en los años cincuenta del siglo XX. Opinó que en La Habana Vieja, aún con el deterioro de muchas edificaciones, puede apreciarse el estilo art deco.
Profusamente ilustrado, el título –editado por Silvana Garriga y con diseño de Themis G. Ojeda– recorre, amena y minuciosamente, la llegada, impacto y remanentes de ese estilo, apreciables en esa zona de la capital cubana, en una gama tipológica que abarca estructuras comerciales, una sala cinematográfica, edificios de apartamentos, oficinas, esculturas ambientales y monumentos conmemorativos.
Alejandro G. Alonso (La Habana, 1935-2017) se licenció en Historia del arte por la Universidad habanera. Dedicó dos títulos anteriores al Art Deco: La Habana Deco y Havana Deco, ambos en coautoría con Pedro Contreras y Martino Fagiuoli. Dictó conferencias, desarrolló proyectos curatoriales en América Latina y Europa, y recibió numerosos reconocimientos a su labor. Hasta su deceso se desempeñó como director del Museo Nacional de la Cerámica Contemporánea, donde desplegó un intenso quehacer para la valoración de esta manifestación artística.
