Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
En cada página de Iconografía de la Guerra de los Diez Años, hay algo importante y novedoso, sea imagen o comentario, porque se han sabido mezclar con sagacidad y modestia la iconografía de la guerra con la iconología de sus verdades, aseveró la Dra. en Ciencias Históricas María del Carmen Barcia en la presentación de ese volumen de Zoila Lapique, Manuel Moreno Fraginals y Beatriz Moreno.
Estamos en presencia de una obra erudita, dijo, que va mucho más allá de una exposición iconográfica para convertirse en una iconología de esos años, señaló la investigadora en el stand de Ediciones Boloña, en la XXVII Feria Internacional del Libro de La Habana, que concluirá el próximo domingo en la fortaleza de San Carlos de La Cabaña.
En su intervención, la Profesora Titular se hizo varias preguntas: “¿Qué sería del estudio de la historia sin los soportes gráficos?, ¿podrían los historiadores y estudiosos de la cultura entender otras épocas sin el apoyo de imágenes?, ¿Existe un método para interpretar los vestigios que aparecen en diferentes soportes?, ¿cómo se pueden utilizar las imágenes como testimonio histórico? Seguidamente apuntó que estas son interrogantes difíciles de responder, porque las imágenes no son creadas pensando en su utilización futura por los especialistas.
Agregó que “se entra entonces, en un campo que trasciende la iconografía y se adentra en la iconología, es decir, en la interpretación de los mensajes que pretenden comunicar los creadores de las imágenes y en el conocimiento de quienes las utilizan porque no todas ofrecen igual grado de información y sacarles provecho es obra de la agudeza y de los conocimientos”.
La también Dra. en Filosofía y Letras explicó que una lectura adecuada de las imágenes requiere erudición. “Son pocos los historiadores que consultan los archivos de imágenes en comparación con los que trabajan en los depósitos documentales, manuscritos o impresos”, indicó.
De manera amena y coloquial, Moreno Masó rememoró que en los años 80, de la pasada centuria, Zoila y su papá realizaron versiones de la citada iconografía, y dijo que ella las guardaba, sin saber cuál era la última.
Tras comentar cómo fue cotejando todos esos documentos dispersos, se refirió al cajón con fotos y tarjetas que encontró, donde aparecen un texto y una ilustración. “Tuve que analizarlos cuidadosamente para encontrar el orden lógico de esas fuentes”, señaló, para luego concluir que ella y Zoila trabajaron mucho hasta obtener un texto editable.
Por su parte, la Dra. Zoila Lapique, quien ha consagrado toda su vida a la investigación musical e histórica, aclaró que quiso hacer una iconografía, conformada por dos libros, pero que Moreno Fraginals la convenció de que “no deberíamos entrar en el tema de la historia de España. Me persuadió de concentrarnos solo en la historia de España en Cuba”.
Luego de afirmar que hay que saber historia de Cuba, de América, pero también de España, “porque sin esta última no se puede entender la de nuestro país”, expresó su alegría por haber recopilado todos esos documentos. “Ahí está toda mi pasión recogida en las imágenes”, confesó la acuciosa erudita.
En tanto, Mario Cremata Ferrán, director de Boloña y editor de Iconografía…, refirió que este libro ve la luz en un año crucial, cuando se cumplen 150 años del inicio de las gestas libertadoras cubanas. Manifestó que se trata de una obra muy bella, y reconoció el paciente trabajo con las imágenes del diseñador Joyce Hidalgo-Gato Barreiro.
En una “Aclaración imprescindible”, los autores apuntan en el volumen que “esta no es una historia de la Guerra de los Diez Años, sino una iconografía. Es, exclusivamente, una recopilación de imágenes sobre los acontecimientos cubano-españoles del período 1868-1878, publicados coetáneamente, salvo ligeras excepciones permisibles, de algunos que vieron la luz en la década anterior o posterior. Nuestro objetivo es entregar a las personas de hoy la imagen gráfica tal como la presentaron los hombres de ayer”.
Dado que el noventa por ciento de los grabados e ilustraciones, que dan cuenta de los acontecimientos, fueron generados desde España o por sus aliados, es válido destacar el mensaje colonialista implícito, y las omisiones que saltarán a la vista. Sin embargo, en vez de desestimar o minimizar una gráfica deliberadamente manipuladora, los autores de la presente iconografía optaron por reproducir la casi totalidad de las imágenes, al tiempo que explican la razón de los vacíos informativos y las distorsiones de la verdad histórica.
Zoila Lapique Becali (La Habana, 1930) es una renombrada ensayista y bibliotecaria; como referencista especializada durante más de medio siglo ha desplegado un intenso quehacer de investigación sobre la música, el grabado y la prensa seriada cubana. Miembro de Número de la Academia de la Historia de Cuba, entre otros altos reconocimientos, ha sido distinguida con el Premio Nacional de Ciencias Sociales y el de Investigación Cultural.
Manuel Moreno Fraginals (La Habana, 1920-Miami, 2001) fue un destacado historiador, ensayista y profesor, autor de casi unos veinte títulos, el más célebre de los cuales sigue siendo El ingenio: complejo económico social cubano del azúcar (1964), considerado uno de los más grandes clásicos de la historiografía cubana, que ha sido reeditado en varias ocasiones y traducido a otros idiomas.
Doctora en Ciencias Técnicas y profesora titular de la Universidad de las Artes, Beatriz Moreno Masó (La Habana, 1950) es autora del texto Física aplicada a la conservación de los bienes culturales (2014). Como albacea intelectual de su padre -Moreno Fraginals-, su labor en esta iconografía consistió en la recuperación de los materiales dispersos, su ordenamiento, la búsqueda de nuevas imágenes, así como su inserción coherente.