Tomado del sitio web Habana Radio
Por Ofelia Sandar Valles
Foto: Alexis Rodríguez
“Nueve años nos parece mucho tiempo, y a veces nos parece que estamos empezando porque no hemos parado de gestar iniciativas dentro del Lyceum, de probar, incluso de experimentar que es lo que siempre mantiene vivo nuestro trabajo” dijo en exclusiva para Habana Radio, Ulises Hernández, director de la prestigiosa institución del Centro Histórico habanero.
“Hay una continuidad en lo que hemos estado haciendo hace nueve años – continuó el también Jefe del Departamento de Piano de la Universidad de las Artes – y que vamos a seguir perfeccionando como, por ejemplo, la Orquesta del ISA adjunta al Lyceum. Mantenemos los tres talleres con profesores europeos que vienen siempre a fortalecer el trabajo de atril porque sabes que nuestra orquesta es una agrupación en constante cambio; van saliendo los que se gradúan del ISA y van entrando los que comienzan a estudiar en el instituto, y eso le da una característica muy especial: siempre es muy joven, en formación y, al mismo tiempo, es conocimiento, es desarrollo para estos instrumentistas que a lo largo de su carrera, que está entre los 4 o 5 años, tienen esta asignatura como una práctica fundamental”.
”Esta se ha convertido en una disciplina típica en el país porque no existía como materia; o sea, las escuelas tienen sus orquestas y realmente funcionan de esa manera pero no hay una metodología aplicada a esta que es el caso nuestro. En los tres talleres en el año hay continuidad de trabajo metodológico que es lo que ha permitido que nuestra orquesta funcione de esta forma”, asegura Hernández.
“Por supuesto, nunca desechamos a los graduados – aseveró –; nos quedamos también con ellos porque en 9 años ya estamos recogiendo frutos. Muchos de nuestros egresados han aplicado a oposición en orquestas de distintas partes del mundo y nos enorgullece muchísimo que hayan sido seleccionados porque eso también es resultado de la labor que se viene haciendo con la orquesta; otros comparten todavía con nosotros ya graduados del ISA por el tiempo que deseen y es un privilegio y una garantía para que la agrupación siempre suene bien. Ellos tienen el conocimiento y lo transmiten y no hay que esperar solo a que llegue el profesor, sino que día a día estos consagrados comparten todo lo que han aprendido”.
“Me he detenido mucho en la orquesta – continuó – porque es algo muy visible en tanto se presenta en conciertos, la mayoría de ellos gratuitos, justamente para que tenga una incidencia social superior. Estamos orgullosos del nivel que ha alcanzado”.
Orquesta del ISA, adjunta al Lyceum Mozartiano de La Habana. Foto: Alexis Rodríguez
Ulises aseguró que se ocupan de otro proyecto muy hermoso: “Se trata de hacer una orquesta en la comunidad con niños que no están en el sistema de enseñanza artística. Hay mucho talento en nuestros infantes y queremos ocupar ese tiempo que están fuera del horario docente en algo que no solo ennoblece y enriquece el espíritu, que es trabajar con instrumentos acústicos a partir de la música clásica”.
“Ya hemos dado algunos pasos en este sentido – afirmó el también destacado pianista – y lo más importante, tenemos profesoras experimentadas que quieren acercarse al Lyceum y apoyarnos en ese propósito. Pienso que también que suene una orquesta con este grupo etario parecido a los programas que hay en Venezuela es también interesante, importante, sobre todo para esta parte de La Habana, aunque el proyecto está abierto a todos los niños de la capital, no solo a los de la Habana Vieja, pero aquí tenemos una densidad de población fuerte. Vamos a estar muy complacidos cuando esos niños empiecen a sonar.
”Es decir, ese es el proyecto ahora mismo más tentador, más difícil, y en el que más esfuerzo estamos poniendo desde el punto de vista de las nuevas proyecciones del Lyceum”.
¿Qué pasos son los que se están dando y cómo sería la selección de los niños?
Sabes que este es un proyecto caro. Tener instrumentos es muy difícil porque no se construyen en el país y hemos logrado donaciones de Holanda, de particulares que los han hecho, de la propia Fundación Mozarteum de Salzburgo, y eso nos empieza a tranquilizar porque es de las cosas más difíciles.
El otro es que ya hicimos un levantamiento en las escuelas y queremos hacer la prueba de musicalidad, que es como tradicionalmente se le dice, a todos los muchachos que estén interesados o no en este propósito porque realmente el talento puede estar en cualquiera de estos niños y no saberlo. Puede ser que al final no le interese, no le motive, pero por lo menos que no sea porque no se le dio la oportunidad. Por supuesto, es un proyecto que no puede admitir cientos de muchachos, serán entre 30 o 50 los escogidos. No hemos abierto todavía la convocatoria porque estamos esperando por ciertos locales que necesitamos para acabar de definir cómo vamos a tratar la orquesta infantil de la comunidad. Ya se han visto posibles sitios porque no sería en el Lyceum – aquí tenemos los espacios más dedicados a la cuestión profesional y los niños llevan una atención especializada donde tengan sus áreas para merendar, para que los padres lleguen, entre otras cuestiones.
Sí es bueno aclarar que son niños que su perfil no es para ser músicos, que su carrera no será la música, y entonces es necesario que vean estos talleres como algo agradable.
Foto tomada del sitio del Lyceum Mozartiano de La Habana
¿Este sería un proyecto único en todo el país?
Exactamente, vamos a ser pioneros y es una experiencia que si funciona tendrá sus beneficios. Por ejemplo, cuando se abrió el Lyceum era a experimentar para lograr un centro cultural atípico donde Mozart era el eje; ya eso era muy interesante y nos íbamos a convertir en una institución referencial, de información, igual no se sabía qué iba a pasar en ese sentido, y con los niños ocurre exactamente lo mismo. La experiencia dirá si la intención puede ser replicada o no en otras zonas; incluso, si en otras provincias es posible porque tengo mucha fe en su nobleza misma y en la necesidad que tenemos de utilizar a los niños en cuestiones que realmente engrandezcan el espíritu, que llenen un vacío que quizás pueda haber. También conocer otras músicas, otras formas de hacerla y, sobre todo, van a valorar mejor cuál es la buena música, la mala música y cuán difícil o fácil es hacer otras y eso es parte de la cultura que no se puede perder.
Nosotros en este país tenemos un gran avance en materia de formar músicos en las escuelas para este fin, pero está limitado a ese grupo; en tanto, este proyecto es más abarcador porque – te repito – no van a ser músicos, serán posiblemente el buen público para apreciar la música sea la que sea porque no es lo mismo desde el instrumento tocándolo o desde esta parte, digámosle académica, la apreciación que tengas de la música que cuando eres un desconocedor y tus gustos puedan ir por un lado o por el otro.
Pero es importante que los padres sepan que no es una escuela para formar músicos, no sea que piensen que a través de ella ingresen al sistema.
Ulises reconoció que el Lyceum tiene tres importantes anclajes: “La Oficina del Historiador, que es quien nos acogió, nos ha apoyado y, sobre todo, Eusebio que es una persona que entiende la cultura desde la más alta mira. Ha sido uno de los apoyos más fuertes y determinantes porque este es un proyecto de él. Eso se nota en el desarrollo del centro porque sin ese concepto, sin esa comprensión por parte de Leal, no hubiéramos llegado hasta donde estamos hoy al cabo de nueve años.
”Tenemos a la Universidad de las Artes, de donde se nutre la orquesta y la Fundación Mozarteum de Salzburgo que generalmente apoya mucho en el trabajo de los festivales que hacemos; o sea, el Mozart Habana que se celebra en el mes de octubre, donde han compartido escenario músicos de altísimo nivel internacional. Igualmente, se mantiene trayéndonos a los maestros que trabajan con la orquesta, incluso que ya trabajan a tono personal con los músicos según el instrumento. Hemos tenido gracias a ellos talleres de gestión cultural, de gestión orquestal, temas de gran importancia para llevar a cabo un trabajo dentro de la cultura”, declaró Hernández.
Mediateca “Edgardo Martin” del Lyceum Mozartiano de La Habana
El director del Lyceum nos comentó, además, que la Fundación “sigue estando atenta a la revitalización de la mediateca. Nuestra mediateca, para que sea un centro actual donde la información que recibamos sea la más especializada, necesita de esa constante actualización, y en eso Salzburgo ha sido muy riguroso. Por ejemplo, las últimas grabaciones, las últimas publicaciones, las últimas ediciones que hay de la música de Mozart las tenemos aquí. Además, han ofrecido cursos a los compañeros que trabajan en ella para que se actualicen desde el punto de vista de cómo funciona un centro de investigación. Nuestra mediateca se ha convertido en la única en Latinoamérica y en eso la Fundación Mozarteum ha tenido una participación directa”.
Como apunta Hernández, “la labor del Lyceum se ha extendido al desarrollo de talleres con niños instrumentistas de las escuelas «Paulita Concepción», «Manuel Saumell» y «Alejandro García Caturla» e, incluso, hemos hecho conciertos infantiles con esas orquestas después de finalizado el taller; experiencia muy buena no solo para los niños, sino también para los maestros que los han acompañado porque durante 15 días se han concentrado trabajando solamente la cuestión musical lejos de las matemáticas, el español ,en fin, y creo que el resultado se ha visto. Siempre hemos incluido a la orquesta infantil en el Festival Mozart Habana porque de alguna manera estos talleres han creado una deuda, y nos gusta que se muestre el trabajo de ellos que son los del sistema de enseñanza artística.
”En el mes de abril están los talleres dedicados al piano con respecto a la música cubana escrita para el instrumento, de compositores entre los siglos XIX y XXI. Lo hacemos de conjunto con el ISA y cada vez tiene un interés mayor a lo largo del país. Vienen profesores de varias partes de la Isla interesados en trabajar las obras de estos siglos y se ha convertido en uno de los talleres más atractivos que hacemos en el centro”.
¿Cómo se comportará el 2018 para la Orquesta?
Tenemos una presentación en mayo, en el Centro John F. Kennedy, en los Estados Unidos; y en marzo, en México – sería la primera presentación de la agrupación en ese país – porque ya hemos estado también en Alemania, en Austria, y estas dos presentaciones son lo más importante que encabeza nuestra agenda.
A lo largo del año vamos a tener los acostumbrados talleres y el último, en diciembre, será muy especial porque viene el profesor español Ángel Ordoñez que radica en Washington, y vamos a terminar ese laboratorio interpretando una obra para cine de Silvestre Revueltas, el compositor mexicano. Es decir, el final del taller será presentar dentro del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano la película con la música tocada en vivo. Es un trabajo muy especial por la sincronía entre las imágenes y la música que se está tocando. Hay que ensayar viendo las imágenes y eso nos impone un reto. Para la orquesta será un proyecto muy bonito para cerrar el año.
Foto: Néstor Martí
Como es habitual, el Lyceum celebra su aniversario con un concierto. ¿Cuál será el programa?
Será bien interesante porque se estrena en cuba un Réquiem del compositor italiano Antonio Salieri. Todo el que vio el filme “Amadeus” tiene el mito de que Mozart y Salieri eran enemigos y no es así; eso fue un recurso cinematográfico para lograr la atención del público y un guion que motivó a todos los espectadores a guiarse, a verlo, a involucrarse con la película; pero fue un ardí de Milos Forman en la película. La música de Salieri no se conoce en Cuba como se conoce la de Mozart y vamos a compartir el concierto entre obras de ambos. Tendremos varios coros juntos; está al frente de eso la directora Alina Orraca de Schola Cantorum Coralina, que conoce al director español Ernesto Monsalve, y nos pareció muy interesante que se hiciera un réquiem de Salieri en La Habana y ese será el plato fuerte del recital.
La primera parte incluirá un concierto para violín y una obertura de Mozart. Este concierto para violín ha sido resultado de una oposición que se hizo entre estudiantes y lo ganó Laura Esther. La segunda parte está reservada para Salieri con una obertura suya y el Réquiem que lo interpretará un coro de más de 70 voces y la orquesta en función de esa pieza. Será este viernes 26, a las 7 de la noche en el Oratorio San Felipe Neri. Realmente la fecha de nuestro aniversario es el 27 de enero – día del natalicio de Mozart – pero siempre lo adelantamos para que no coincida con la Marcha de las Antorchas y el público pueda asistir y valorar el esfuerzo que hemos hecho para unir a todas esas voces en una obra totalmente nueva para todos, en la que estamos trabajando con muchísimo amor y dedicación.