Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Con el propósito de acercar ejemplos de la cultura belga al pueblo cubano, cada año, en la segunda semana de noviembre, llega al Centro Histórico de La Habana una variada propuesta cultural sobre el país europeo.
Organizada por la embajada de ese país en Cuba, el Ministerio de Cultura, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y otras instituciones, la duodécima edición de este encuentro incluirá una exposición de fotografías hechas a artistas belgas de la historieta de Valonia-Bruselas por la fotógrafa Patricia Mathieu.
También se presentará el primer volumen del libro Kronikas-El Inventario Imaginario, en la Vitrina de Valonia. A partir de una iniciativa de la Región de Bruselas-capital, Kronikas es una experiencia triangular de escritura, ilustración e historieta entre creadores de Argel, Bruselas y La Habana.
Asimismo, se darán a conocer materiales audiovisuales sobre la increíble historia de Jérôme Sebasoni, un ruandés compañero de la guerrilla de Ernesto Che Guevara en el Congo, y habrá un intercambio con Hilde Baele y Jeroen Janssen, autores de un reportaje ilustrado y audiovisual belga-africano-cubano.
Por otra parte, estas jornadas culturales abarcarán un espectáculo de danza, a cargo de las compañías Retazos, de Cuba, e Irene K, de Bélgica; un ciclo cinematográfico y un taller para estudiantes de diseño entre el Instituto Superior de Diseño Industrial (ISDI) y el Colegio Universitario Thomas More, entre otras propuestas.
Las acciones se extenderán, además, hasta Santiago de Cuba, por segunda vez, con el apoyo del Consejo Interuniversitario Flamenco y de la Universidad de Oriente.
Bélgica es un Estado federal dividido en tres regiones: al norte está Flandes; al sur, Valonia; y Bruselas, la capital bilingüe, donde el francés y el neerlandés son cooficiales. También hay una minoría de habla alemana en la parte este del país.
El paisaje belga es muy variado: 67 kilómetros de costa y llanuras litorales bañadas por el mar del norte, una llanura central, y suaves colinas y bosques en la región de las Ardenas, en el sur.
En 2015 los sectores más importantes de la economía belga eran la administración pública, la defensa, la educación, la salud y los servicios sociales, el comercio mayorista y minorista, el transporte y la hostelería, y la industria.