Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
La Quinta de los Molinos es uno de los lugares emblemáticos de la ciudad de La Habana y de gran importancia histórica por estar vinculada prácticamente al surgimiento de Cuba como nación. Fue declarada Patrimonio Nacional en 1981, atendiendo a sus valores naturales y construidos.
Como parte del programa Rutas y Andares se diseñó un Andar por ese sitio que, sin duda alguna, atraerá a niños, jóvenes y adultos.
Un recorrido por la Quinta permitirá al visitante, a simple vista, apreciar la gran diversidad de su flora y, en particular, de su arbolado. Muchas de las especies arbóreas que hoy sobreviven allí, fueron moteadas de la ubicación anterior del jardín, y una parte de ellas son endémicas.
También atrapará el interés del público una importante diversidad de aves silvestres; se reportan un total de 26 en invierno, de ellas 13 son migratorias que vienen de lugares lejanos a pasar acá la etapa invernal, o simplemente usan la Quinta como punto de paso hacia sus destinos de migración. Otras 10 residen permanentemente allí, una de ellas, es endémica: el Totí.
Otros espacios atractivos de la Quinta son el Jardín de los Colores y el Jardín Ecológico. El origen del nombre del primero es muy evidente, concebido por la combinación de los colores de las flores y de la textura de las hojas. El Ecológico se dedica a plantas medicinales y al cultivo de vegetales. En esta área podrán apreciarse la manzanilla, la hierba buena, la sábila y la menta, entre otras plantas medicinales y aromáticas.
El Mariposario es uno de los lugares que atraerá más la atención de los participantes en este andar. Se trata del único Mariposario en Cuba dedicado a la protección de estos insectos y su hábitat. Es un sitio cerrado, cubierto por una malla protectora, un área relativamente pequeña y exige de muchos cuidados.
En este andar los guías comentarán a los participantes acerca de la historia de la instalación, que tuvo diferentes usos, entre ellos, Quinta de los Capitanes Generales; Cuartel General del Ejército Libertador y de su general en jefe, Máximo Gómez, Escuela de Agronomía de la Universidad y Museo Máximo Gómez.
Las áreas restauradas de esta institución de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana han ido recuperando su antiguo esplendor, de manera que hoy este sitio es muy singular, y en él se entrelazan naturaleza, patrimonio, historia y estética.