Pintar la historia

Por: Deivy Colina Echevarría. Especialista del Dpto. de Artes Visuales de la Dirección de Gestión Cultural

Ha comprendido José Manuel Mesías aquella celebre frase de Oscar Wilde cuando anunciaba: El único deber que tenemos con la historia es reescribirla. Este joven artista cubano exhibe su más reciente exposición personal en la Galería Factoría Habana, institución perteneciente a la Oficina del Historiador, y es sin dudas, un ensayo sobre el devenir histórico del proceso revolucionario en Cuba, en la segunda mitad del siglo XIX. Esta muestra ha pasado a formar parte de la Ruta Espacial diseñada por esa institución: La historia desde cubanos para cubanos.

La tarde del martes 11 de julio fue el comienzo de este apasionado acercamiento al arte nacional desde variados enfoques historicistas que van a ir teniendo lugar durante los dos meses de verano. Está vez fue la ocasión para visitar la exposición en un recorrido guiado por el artista, con explicaciones detalladas de cada una de las obras presentadas. A partir del interés de Mesías de recomponer en un Índice de imágenes, título de la muestra, esos fragmentos de historia olvidados o no contados, los participantes constataron nuevas versiones de hechos como la muerte de Antonio Maceo, Carlos Manuel de Céspedes e Ignacio Agramonte.

A partir de la museografía seguida, la exposición recrea en la primera planta de Factoría Habana una especie de prólogo a la guerra de independencia, iniciado con un retrato de Narciso López, figura destacada en la primera mitad del siglo XIX, quien organizó 3 intentos de alzamiento contra la dominación española a la Isla, en ese período. Las demás piezas fueron pensadas a manera de análisis y reconstrucción de algunos hechos, entre ellos, la reinterpretación del cuadro de Armando García Menocal sobre la muerte de Maceo. Las obras están colocadas a manera de instalación y adquieren relevancia tanto los personajes representados a la orilla de Titán de Bronce como el paisaje, convertido en protagonista activo de la historia. El autor realizó un estudio detallado de cada planta para un total de 102 especies de malas hierbas presentes en el lugar.

En la parte superior de la Galería encontramos obras que analizan la historia de manera más concreta y con cierto espíritu surrealista, elemento que permite observar un tablero de ajedrez sobre dos mulas sin cabeza, como alusión a la falta de dirección en la guerra de los Diez Años tras la muerte de Céspedes y Agramante. Este último adquiere relevancia en una de las pinturas, al ser retratado en el suelo cuando muere y su cuerpo está rodeado de sus enemigos.

Algunas obras despertaron la curiosidad de los participantes por la manera en que fueron realizadas, como la escarapela hecha con cabellos ensangrentados de Carlos Manuel de Céspedes. Este objeto, compuesto por cintas de colores, tenía forma de rosa o lazo y se ubicaba en los sombreros para distinguir los ejércitos o las naciones. El artista tomó estos detalles como referencia para armar una pieza diferente, que si bien no es original, aporta una visión histórica a la prenda.

Cada martes esta Ruta Especial por la historia de los cubanos llegará con nuevas propuestas fotográficas, escultóricas, literarias y cinematográficas para los amigos deseosos de aprender sobre el pasado.

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