Atrae a las familias cubanas historias sobre el vestuario en países de América

Por Teresa de Jesús Torres Espinosa

De muy buena fue valorada por familias cubanas la Ruta etnográfrica Entretejiendo la historia del vestuario, que se desarrolló este martes en museos del Centro Histórico habanero y que devino recorrido por las historias, costumbres, tradiciones y legados culturales que identifican a diferentes regiones de América Latina.

En la Casa de México los visitantes fueron recibidos por Miguel Hernández, su director, quien comentó que en ese país existe una gran variedad de trajes típicos, los cuales varían de una región a otra y muchos de ellos son elaborados de manera artesanal. Evocó la llegada de los españoles al continente americano, cuando la cultura indígena se mezcló con nuevas costumbres y tradiciones.

Los participantes apreciaron vistosos trajes de Puebla, Jalisco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Michoacán, Aguascalientes y Yucatán, de origen precolombino y con influencia europea. A la vez, admiraron otros de Sinaloa, donde, a diferencia del vestuario de las zonas del centro y del sur, no hay predominio aborigen y las prendas tienen menos colores y son más sobrias.

Informó que en la actualidad existen más de 55 grupos indígenas distribuidos en la geografía mexicana, que usan habitualmente trajes típicos, en tanto, en las restantes áreas ese atuendo está en desuso.

Asimismo, Hernández invitó a las familias cubanas a visitar la Casa de México, donde en una de sus galerías se exhibe la muestra Fiesta brava, alegórica a los toros, una tradición de origen español que en Cuba también tuvo mucha fuerza en el siglo XX.

El segundo punto de la ruta etnográfica fue la Casa Oswaldo Guayasamín, donde Natalí de Armas, especialista de la institución, habló sobre el sombrero de Ecuador, uno de los accesorios más importantes del vestuario en ese país y parte de su identidad. El tejido de ese sombrero, dijo, fue declarado por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Los visitantes conocieron que el llamado sombrero jipi-japa, confeccionado en Ecuador, llegó a Panamá a partir de 1885; y luego se puso a la moda en Estados Unidos y el resto del mundo. Posteriormente, apreciaron distintos tipos de actuales modelos de sombreros y pamelas, algunos de ellos a la usanza europea.

En la Casa Simón Bolívar, Aylin Marrero, museóloga de la instalación patrimonial, mediante imágenes, se refirió a Las Fiestas de San Benito, conocido como el santo de los negros o de los tambores; y al joropo, baile tradicional de Venezuela.

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