Por Cinthia Oviedo. Especialista de la Dirección de Gestión Cultural
Conmemorando la llegada a La Habana del primer samurái, Hasekura Tsunenaga, hace más de 400 años, llegaron nuevamente a nuestra ciudad, en los buques Harusame y Kashima, la Banda Musical del Escuadrón de Entrenamiento del Japón. Con una exhibición de artes marciales japonesas en colaboración con miembros de la Marina de Guerra Revolucionaria, comenzó este viernes, lo que sería una tarde de extraordinarias rítmicas y sonoridades.
Posteriormente, con la perfección de las hormigas y la disciplina de las abejas, los miembros de la Banda Tambores Shouzur, (segmento de la Banda del Escuadrón) armó su utilería en la Sala Museo de la Basílica Menor el Convento de San Francisco de Asís. La Banda Musical del Escuadrón de Entrenamiento del Japón, está integrada por tripulantes que pertenecen a seis bandas de la Fuerza Marítima de Autodefensa del Japón; estos participan en la travesía de entrenamiento al extranjero que se organiza cada año junto a oficiales recién comisionados.
Vestuario, performance y acertadas coreografías con el repiquetear de los Wadaiko, nos transportaron a ´´la tierra del sol naciente´´. Wadaiko es el nombre que abarca todos los tambores japoneses. A este tipo de concierto, reciente arte de ensamble musical de percusión, se le denomina taiko, (literalmente “gran tambor”) es un tambor japonés, tocado con baquetas de madera denominadas, bachi. Sonidos fuertes y trepidantes caracterizaron la primera y segunda obra del repertorio japonés para taiko: Shoun y Yamabiko.
La Banda con una sonoridad vibrante, afinada y bien empastada, fue dirigida por el Capitán Hashikawa Tetsuma. Se interpretaron obras de diferentes estilos musicales.Temas como Mambo Inn, contaron con la genial interpretación de un solo de trompeta del Tercer Oficial, Iwasaki Kotaro. A continuación, la famosa balada Bésame Mucho. Seguidamente, Soy piano, obra de éxito de Southern All Stars, banda musical de rock japonés, estrenado en 1980, con arreglos del Comandante Hashikawa, la interpretación vocal de la Tercera Oficial, Rie Kawamura y un afinado solo de trompeta de Takayuki Matsudaira, Segundo Oficial. Con arreglos muy propios y desconocidos, la Banda interpretó un popurrí de los mambos: Número 5, Tequila, Qué rico el mambo y El Cumbanchero.
El concierto, que contó con muchísimo y agradecido público, cerró con la mundialmente conocida Guantanamera de Joseíto Fernández, con un osado y simpático ´´japoñol´´; pero con un sentido homenaje al hermanamiento entre dos pueblos con culturas tan diferentes; pero unidos por la música como lenguaje universal.