Andando por la impronta africana en Regla

Por Cinthia Oviedo. Especialista de la Dirección de Gestión Cultural

Con una buena rumba, declarada Patrimonio Inmaterial de La Humanidad, comenzó este miércoles 5 de julio, el programa de verano Rutas y Andares, en su XVII edición, con el Andar con los Andantes: La impronta africana en la cultura cubana: Las casas templo de Regla. En esta oportunidad, la Casa de África se vistió de lujo rompiendo los cueros, como lo hiciera en 2011, cuando dio inicio esta oportunidad única para quienes se interesan por una de las fuentes más importantes de nuestra identidad: la cultura africana; esta vez, con la presencia de la agrupación Rumba Morena, que partió en peregrinación, junto a los andantes, desde el Emboque de Luz hasta el Embarcadero de Regla, sorteando mareas de nuestra bahía en la clásica, popular y ya famosa, lanchita de Regla.

Este pueblo con una personalidad propia, fue tomado por los ´´andantes´´ para visitar y descubrir sus rincones a través de la religión. Primera parada, sin dudas, la Ermita a La Virgen de Regla o la Iglesia de Regla, lugar fundacional de este ultramarino municipio.

Posteriormente, se visitó el altar popular de Panchita, reglana de pura cepa que humildemente abrió las puertas de su hogar para hacerle un altar a la Virgen de Regla, o Yemayá, como se le conoce en el sincretismo religioso. Este altar permanece abierto todos los días para el peregrinar de los fieles a la Virgen. El recorrido nos llevo a través de la antigua calle adoquinada de La Parroquial, entre antiguas casas coloniales que, aún a pesar de los avatares del tiempo, perduran incólumes en esa zona a la que llaman Güaicanamar (frente al mar), nombre fundacional de municipio. El intercambio con líderes religiosos y la visita a sus hogares dio a los andantes una nueva mirada a la religión Yoruba y a una de las hermandades más antiguas: la Abakuá. Historias contadas por sus protagonistas entretejieron los mitos, leyendas y realidades del sentir de los reglanos y su religiosidad, al ritmo de los batá, interpretados por una agrupación local, en un rendido tributo a la ceiba que recibe a los feligreses frente al mar.

La visita al Museo Municipal enriqueció la historia de esta ¨sierra chiquita¨. Centenares de personas pisaron por primera vez el municipioRegla y partieron como mismo llegaron, con cantos, bailes y toques de tambor, en la lanchita de Regla, ya tan nuestra.

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