Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
“El conjunto monumental que hoy cobija al Museo Observatorio Convento de Belén es uno de los más importantes de la ciudad”, afirmó el Dr. Eusebio Leal Spengler durante un encuentro con motivo de la Jornada por el Día del Medio Ambiente.
Más adelante, el Historiador de la Ciudad explicó que cuando peligraba el edificio de Belén “se restauró y se creó una obra coherente con la vocación inicial del lugar, para la protección y el cuidado de los ancianos de la comunidad (…) Muchos no han entendido el discurso de la restauración y su carácter social. Me complace en el día de hoy, tan importante para la ciencia y la Meteorología cubana, decir que solamente de esta zona cientos y cientos de familias tienen nuevas viviendas.
Además de este asilo, hay una serie de obras de beneficencia que se realizan desde el corazón del barrio de Belén y de la vieja ciudad, como el Centro de Rehabilitación de la calle Cuba”.
Ante la presencia de Elba Rosa Pérez Montoya, Ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, el Dr. Leal afirmó que “la restauración no es solamente pintar paredes y levantar cosas pretéritas. Lo hacemos, lo hace Cuba y la Revolución, para el ser humano”.
“El padre Viñes, dijo, pasó 23 años de su vida elucubrando sobre las características de los ciclones como fenómenos del trópico y los daños que causaban a la naturaleza y a las personas, a partir de lo que dan testimonio las Actas capitulares de los terribles ciclones que a lo largo de los siglos azotaron a La Habana”, como el que destruyó el teatro Principal, cerca de la Alameda de Paula.
“Los hombres van en dos bandos: los que aman y fundan y los que odian y deshacen. Nosotros estamos en el primero”, sentenció. (…) “Este ha sido un país, lo es y lo será de hombres de ciencia, de sabios, de médicos, de astrónomos, de personas que han contribuido al desarrollo del país. No se puede escribir la historia sin esos sabios y sin esos hombres de ciencia”, indicó.
Finalmente agradeció a todos los que intervinieron en la ejecución del Museo Observatorio Convento de Belén, y refirió que “esta será la casa habitual de la Sociedad Científica; será un lugar para que venga el público, para que se realicen visitas dirigidas, para traer a los niños de las escuelas…”.
En la rehabilitación del Museo Observatorio Convento de Belén intervinieron la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP), el Ayuntamiento de Torrelavega, el Fondo Gallego, la Fundación TECNALIA, el Gobierno Vasco, la Unión Europea, y la Dirección de Cooperación y Relaciones Internacionales de la Oficina del Historiador de la Ciudad de la Habana (OHCH).
En esta instalación el espectador encontrará información sobre la evolución histórica de la meteorología y la climatología en Cuba, y, en particular, del observatorio meteorológico, geomagnético y astronómico que funcionó en este lugar durante 67 años.
El inmueble ocupa la torre noroeste del edificio, cuya posición matemática es 23º 08´ de latitud norte y 82º 21´ de longitud oeste. La torre cuenta con cinco niveles, tres salas expositivas, aula multipropósito, estación meteorológica y observatorio astronómico. Está equipada con medios para la visualización y el enlace digital, y una terraza-mirador a 24 metros sobre el nivel del mar, que proporciona una vista panorámica del entorno más antiguo de la capital cubana.
Como un viaje de ida y vuelta al pasado, el público podrá conocer acerca de su historia mediante imágenes, textos y objetos relacionados con el quehacer del Convento de Belén, desde sus orígenes hasta su traslado hacia Marianao; de la meteorología en Cuba, siglos XVIII, XIX y XX; sus instituciones y personalidades más importantes; el primer huracán documentado en La Habana, el 31 de diciembre de 1557; la clasificación de los ciclones tropicales, así como la cronología en las cuatro etapas de la historia del Servicio Meteorológico Nacional de Cuba y sus acontecimientos principales.
El visitante también se informará sobre los meteoros de mayor intensidad que han dejado su huella en la historia de la nación, o que han causado grandes daños humanos y materiales, y admirará una muestra de instrumentos meteorológicos y astronómicos, a la vez que podrá utilizar algunos de ellos. Asimismo, se exhibirán piezas arqueológicas descubiertas en excavaciones en las áreas de la iglesia y el convento.
El Museo Observatorio del Convento de Belén dispone de un salón de conferencias, donde se disertará fundamentalmente de temas de Meteorología y Astronomía, y se proyectarán videos afines a estas temáticas.
Las primeras referencias históricas sobre el lugar que ocupa el Convento de Belén datan del siglo XVII. En 1704, poco antes de su muerte, el obispo Compostela dedicó los terrenos de la ermita a una casa para el restablecimiento de los enfermos dados de alta en los hospitales de la ciudad, donde era insuficiente el número de camas disponibles. La gestión del sanatorio fue encomendada a la congregación de los padres Belemitas, o Betlemitas.
Para completar su labor pastoral, los Belemitas construyeron una iglesia en el ángulo de la esquina. Desde entonces, la función religiosa, hospitalaria y docente marcó el destino de este espacio de la ciudad.
En 1854, el gobierno de la Isla entregó una parte del Convento de Belén a la Compañía de Jesús para establecer un colegio de enseñanza media. En 1896 se le añadió al edificio un tercer nivel sobre el ala sur de la fachada principal, destinado a la biblioteca del Observatorio y a una sala de pronósticos del tiempo y trabajos climatológicos. Con la ampliación se agregó otro piso, destinado a la torre meteorológica y a los instrumentos de medición.
En el siglo XX se efectuaron las últimas transformaciones en el Convento. Entre 1904 y 1910 se completó el tercer nivel en el ala norte de la fachada, y se erigió la torre astronómica, en la que hoy se halla el Museo Observatorio. En 1925 el Colegio de Belén se trasladó hacia sus nuevas instalaciones en la zona de Buenavista, en Marianao.
A finales de los años noventa del pasado siglo, la OHCH inició las obras de restauración y rehabilitación del inmueble, que hoy ocupa una de las manzanas de mayor extensión en el Centro Histórico de la capital cubana.
Con el Museo Observatorio, instalado en el secular Convento de Belén, se perpetuará la memoria de aquellos que desde la educación, la medicina, la meteorología y otras disciplinas, abrieron senderos de gloria en el campo de las ciencias en Cuba.