Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
La cultura como principal vehículo de consolidación de la identidad del pueblo saharaui se aborda a través de una significativa colección, atesorada por la Casa de los Árabes, que se presenta al espectador en una muestra inaugurada este 18 de mayo, con motivo de la celebración del Día Internacional de los Museos.
República Árabe Saharaui Democrática (RASD): identidad de un pueblo se nombra la exposición que se exhibe al público en la planta baja de la institución. Reúne joyería femenina tradicional, como dijes y llavero, peinetas, pulseras, y también boquillas y portaboquillas, alforja, forro de cojín y jeljal (tobillera). Este último adorno, tradicionalmente, se producía de plata rígida; las joyas eran muy pesadas debido a la plata, se llevaba al tobillo. Todas esas piezas están trabajadas en plata, bronce, madera, aleación de metales y piel.
Nación árabe del norte de África, la República Árabe Saharaui Democrática limita al norte con Marruecos y al sur con Mauritania, al este con el océano Atlántico y al oeste con Argelia. Parte de su territorio está formado por el desierto del Sahara y constituye una de las zonas más ricas en fosfatos y recursos pesqueros del planeta.
Según la Lic. Jackeline Díaz Fuentes, Museóloga de la Casa de los Árabes, “el legado cultural saharaui constituye uno de los fundamentos esenciales de su identidad nacional. A pesar de haber sido víctima sistemática de la destrucción, manipulación y exterminio por parte de todos los colonialismos que han intentado dominar el país y exterminar al pueblo, los saharauis tienen un sentido muy desarrollado de identidad nacional que se basa en la vinculación de un estado moderno con las tradiciones más antiguas y ancestrales”.
La especialista añade que, “mezcla de bereberes, árabes y africanos negros, su población es esencialmente nómada, con una afiliación tribal importante y aunque la mayoría de los saharauis en la actualidad viven un estilo de vida más sedentario, todavía hay muchos que pastorean rebaños de camellos por el desierto”.
Hoy día este aguerrido pueblo, que posee un estado pleno, libre y soberano, es depositario de una cultura e identidad propias, “contra todos los pronósticos y bajo la más férrea adversidad”.