Abren salas permanentes del Palacio del Segundo Cabo

Por Teresa de Jesús Torres Espinosa

“Me alegro de que este Centro de Interpretación nos permita comprender más; alcanzar el respeto para nosotros, y alcanzar el respeto de nosotros para ellos. ¿Cómo nos vieron los viajeros y cómo los vimos nosotros? ¡Qué fantástico el intercambio de las frutas, de los animales, de los colores! Como exclamó Bolívar en la isla de Jamaica, somos una especie de pequeño género humano”, afirmó el Dr. Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, en ocasión de celebrarse el Día de Europa.

La efeméride coincidió con la apertura de las salas permanentes del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa, que tiene su sede en el otrora Palacio del Segundo Cabo, inmueble que fuera restaurado gracias al proyecto Rescate Patrimonial y Desarrollo Cultural en La Habana (2009-2014).

Durante el acto de inauguración, al que asistió Herman Portocarero, jefe de la Delegación de la Unión Europea en Cuba, el Dr. Leal sostuvo que “ahí delante de nosotros están todos los matices de Europa y de América, y finalmente, solo en esa unidad cultural que tiene por base no la renuncia ni la negación, sino la reafirmación de nuestra historia común, podemos luchar por la paz, por el beneficio del mundo, por la salvación del planeta”.

Por su parte, Portocarero, manifestó que se encontraba muy feliz por la conclusión del proyecto, con todo su esplendor. Agradeció a la Oficina del Historiador de la Ciudad y a todos los participantes en la obra. “Devolver el alma a un edificio, dijo, no es una obra de una persona, sino de un trabajo colectivo”.

Destacó el empeño y la dedicación del Dr. Eusebio Leal de restituir el alma a La Habana Vieja y a sus inmuebles. “Hablando del Segundo Cabo, al lado de su gran hermano, el de Capitanes Generales, a mí siempre me pareció un edificio más acogedor, más luminoso, más abierto al mundo y por ello le corresponde el papel de punto de encuentro entre Cuba y Europa, incluyendo los países que no pertenecen a la Unión Europea y con los cuales compartimos mucha historia”, añadió el funcionario.
Con una propuesta museográfica atractiva que se plantea desde recientes tendencias de la museología en Cuba, el Palacio del Segundo Cabo señala procesos culturales, a modo de poner en valor los aportes de cada cultura a la del otro, y apuntar las diferencias y los vínculos que nos unen, a la vez que deviene espacio de encuentro entre ambas regiones en los campos de la cultura y el patrimonio.

Se pondrá a disposición del usuario una diversidad de contenidos vinculados a las interinfluencias culturales de Cuba hacia Europa y viceversa, a partir de las potencialidades que ofrecen las nuevas tecnologías. El trabajo conjunto con la Unión Europea y el Ayuntamiento de Barcelona posibilitó la adquisición del equipamiento tecnológico y el completamiento de los contenidos museológicos para la materialización de este espacio interactivo.

Se trata de un museo de nuevo tipo con una propuesta museográfica novedosa e impactante. Lo referente a las presencias europeas y sus aportes podrán apreciarse en las salas de las Llegadas y Migraciones, el Gabinete, Artes Plásticas, Cuba, Arquitectura y urbanismo, Cartografía, Música y danza, el Libro, Ambiente interior o Línea del Tiempo, a partir de materiales audiovisuales, paneles con infografías, kioscos con equipos tecnológicos para buscar y ampliar la información visual que se observe o escuche, mesas táctiles y viajes virtuales por momentos trascendentales de la historia que incidieron en la formación de la identidad cubana.

La experiencia en los recorridos por las diferentes salas del Palacio del Segundo Cabo procura ser más experimental, interactiva y sensorial que contemplativa, como generalmente sucede en los museos de corte más tradicional.

Este edificio es un exponente del nacimiento de la arquitectura civil pública en Cuba. Posee un alto valor patrimonial, con grado de protección I. Obra del ingeniero cubano Antonio Fernández de Trevejos y Zaldívar, fue edificado en las últimas décadas del siglo XVIII entre 1770 y 1791, como parte del proyecto de mejoramiento urbano del entorno de la Plaza de Armas.

Comments are closed.