Tomado del sitio web Habana Radio
Por Eydi Sanamé Flores
Fotos: Alexis Rodríguez
El Historiador de La Habana recibió de manos del embajador de la República de Colombia, Gustavo Adolfo Bell Lemus, la condecoración entregada por el gobierno de este país a personalidades que se hayan distinguido por sus servicios a la nación, especialmente en el ámbito de las relaciones internacionales.
Acompañado por amigos y colegas, junto a representantes del Cuerpo Diplomático acreditado en Cuba, desde la Sala de las Banderas en el otrora Palacio de los Capitanes Generales, hoy Museo de la Ciudad, el Doctor Eusebio Leal Spengler agradeció la distinción, Orden de San Carlos en el grado de Gran Oficial, que posee un alto valor simbólico y afectivo para él, por sus vínculos con la nación caribeña.
“La labor del Dr. Eusebio Leal ha permitido que la zona histórica de la capital de Cuba se haya convertido en ejemplo internacional de buen manejo y gestión de centros históricos, su restauración y función social, por lo cual ha recibido su impulsor el Doctorado Honoris Causa, de decenas instituciones y países”, explicó Lemus.
“Leal – señaló – ha impartido cátedra en importantes instituciones educacionales y académicas de Colombia, como la Universidad Nacional de Colombia; la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá; la Academia Superior de Artes de Bogotá, y es miembro de la Academia de Historia de Cartagena de Indias”.
El decreto presidencial leído por el embajador, también resalta que la obra y magisterio del Historiador han sido apreciados en los centros históricos de altos valores patrimoniales de su país, y se han establecido vínculos entre autoridades, instituciones y especialistas de ambas naciones.
De igual modo, Leal ha sido distinguido con la Gran Orden del Ministerio de Cultura de la República de Colombia, y ha recibido las Llaves de la Ciudad de Cartagena de Indias.
“La orden de San Carlos es realmente muy preciosa, sobre todo porque aquí los hombres de la ilustración establecieron una preocupación por la cultura, por la educación, por las sociedades económicas de Amigos del País; este es también el título del seminario de La Habana, San Carlos y San Ambrosio, los dos Obispos de Milán; es el nombre además del cuartel general de artillería de La Habana. Todo ella está presente entre nosotros en este acto”, expresó el Historiador.
“Agradezco profundamente a la hermana República de Colombia – prosiguió – y con ella a todas las naciones que, unidas y apretadas como la plata en las raíces de los Andes, han de andar para que no pase el gigante de las siete leguas.
”Me alegro infinitamente de que estén presentes mis amigos de tantos años, un abrazo sincero a los embajadores de nuestra América, al de España, y a todas las naciones europeas, a mi amigo Jaime Ortega Alamino, Arzobispo Emérito de La Habana, y mis colaboradoras y colaboradores que están juntos aquí, y son los verdaderos autores de la proeza, los que han construido y han tratado de hacer contra viento y marea, desesperadamente, lo que hoy el austero San Carlos viene a reconocer en el humilde pecho de un hombre perecedero”, concluyó.
La entrega de la Orden de San Carlos se realiza por decreto ejecutivo, previa propuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia. La distinción se entrega desde 1954.