Presentado Análisis y evaluación de edificaciones, de Ediciones Boloña

Como ¨una herramienta modesta pero altamente valiosa para guiar los pasos en la preservación del patrimonio¨ calificó el Arq. Víctor Marín el volumen Análisis y evaluación de edificaciones, Levantamiento, calificación y documentación preliminar para las intervenciones de conservación, que fue presentado recientemente por Ediciones Boloña, de la Oficina del Historiador, en stand de la Feria del Libro, ubicado en la Calle de Madera de la Plaza de Armas.

De la autoría del Arq. Nelson Melero Lazo, máster en Conservación y Rehabilitación del Patrimonio, y profesor del Colegio Universitario de San Gerónimo de La Habana, este libro ofrece un procedimiento de trabajo que permite la ejecución, sistematizada y científica, de los proyectos de revalorización y salvaguarda de los bienes del patrimonio cultural inmueble de gran importancia en el trabajo de los técnicos, profesionales y especialistas vinculados a la conservación y la restauración arquitectónica.

Durante la presentación, en la que también estuvieron presentes, además del autor, el editor Armando Núñez Chiong y la diseñadora Gretel Ruiz- Calderón, el también prologuista del volumen Víctor Marín destacó la amplia trayectoria y el trabajo dedicado por décadas de Nelson Melero, quien inició esta investigación por los años 80, en el antiguo Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología (Cencrem) y agradeció a Ediciones Boloña por incluir dentro de su catálogo este libro de ¨técnica para la cultura.¨

Por su parte Melero destacó que no existe un método único para emprender un proyecto de conservación, ya que la intervención de un bien cultural inmueble es una experiencia original e irrepetible, ya que ante cada elemento, el equipo tiene que encontrar soluciones acordes con la realidad económica y social del contexto en que desarrolla su labor.

Subrayó que los proyectos de conservación de un exponente arquitectónico de valor patrimonial deben ser concebidos con criterios de sostenibilidad, y las nuevas funciones para las que se habiliten deben ser compatibles con la estructura arquitectónica, sin que peligren su integridad y sus valores patrimoniales.

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