Tomado del sitio web de UNICEF
Atrevidas, únicas desde dentro, las nuevas sombras proyectan el lugar de manera diferente. En el interior de la manzana 148 del centro histórico habanero, delimitada por las calles Teniente Rey, Habana, Muralla y Compostela, las siluetas modernas no renuncian al pasado. Mientras, las sonrisas evalúan cada provocación de la arquitectura, cada intento por dibujar un espacio único, un espacio a+.
Esta semana, el proyecto Desarrollo social integral y participativo de los adolescentes en La Habana Vieja, Cuba -financiado por la Unión Europea e implementado por UNICEF y la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana- convocó a especialistas que conducen talleres para estos grupos y a estudiantes de noveno grado de la Escuela Secundaria Básica René Fraga a visitar lo que será el Centro para Adolescentes.
Gracias a la facilitación del arquitecto Orlando Inclán y la especialista de Gestión Cultural María Fernanda Aldereguía, con el apoyo de la Dirección de Cooperación Internacional de la Oficina del Historiador y el acompañamiento de UNICEF, las personas participantes recorrieron uno de los inmuebles, en proceso de terminación, que formará parte del conjunto, compuesto por dos edificios y dos plazas interconectadas.
Desde el proyecto, el centro se ha concebido como un entorno creativo en que el espacio físico dialogue con las nuevas tecnologías y favorezca la socialización, así como el crecimiento intelectual y espiritual.
Antes:
Después:
La iniciativa, sin antecedentes en Cuba, comenzó en el año 2011 y está destinada a apoyar la generación de oportunidades de desarrollo integral y los espacios de participación con y para la adolescencia, a través de la articulación de acciones locales para su atención y el diseño de servicios, talleres y acciones formativas.
Con locaciones destinadas a la investigación, la capacitación, la realización de talleres, y el disfrute de proyecciones, espectáculos o conciertos, entre otras actividades. El Centro ha tomado en cuenta intereses, necesidades, opiniones y sugerencias de diversos grupos de adolescentes desde su concepción y hasta la actualidad. Su apertura está prevista para el segundo semestre del 2017.
Interrogantes Adolescentes
“Me gusta la idea de un lugar donde podemos recrearnos en lo que deseamos, porque nos dan esa posibilidad”, comentó Rosmery Fraga (14), egresada del taller de Papel Artesanal.
Por su parte, Luis Ernesto Bárcenas (14), participante del taller de Radio que coordinó a+ en 2014, “nunca había visto algo así… ¿En qué podríamos contribuir nosotros?”, cuestionó.
Las interrogantes crecieron durante el encuentro con adolescentes: “¿Aquí podemos dar a conocer nuestros trabajos, nuestras historietas? ¿Podrían venir otros adolescentes que no fueran de La Habana Vieja?”, añadió Nayelis Rigñah (14).
En el intercambio, Tania Licea, Oficial de Programas de UNICEF en Cuba a cargo del proyecto desde sus inicios, expresó: “Lo más importante es que se sientan dueños y dueñas del Centro; que opinen y aporten ideas, lo conozcan, lo disfruten, lo cuiden y acerquen a él a más adolescentes. Queremos que los espacios sean útiles para reunirse en grupo, para crear, para estudiar con tranquilidad fuera del horario escolar, para participar”.
El proyecto “a+, espacios adolescentes”, en que se inserta el Centro de Referencia, ha demostrado la importancia de invertir en la adolescencia, con el objetivo de contribuir al desarrollo de sus capacidades para actuar y aportar a la sociedad.