Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Por primera vez Sara Benvenutti, Corinne Charreton, Lorenzo Bañollini, Leonardo Crociani, Mattia Paganelli y Andrea Rossi visitaron Cuba, junto a sus profesores Mónica Canizo y Mauro Canizo.
Se trata de un grupo de jóvenes, entre 19 y 20 años de edad, del Instituto Técnico Superior Garibaldi-Da Vinci, de Cesena, Italia, quienes participaron en la exposición Los Antonelli de Gatteo. Maestros de la ingeniería militar en la corte española del siglo XVI, organizada por la Embajada de Italia en Cuba, el Instituto Técnico Superior Garibaldi /Da Vinci, de Cesena, el Ecoinstituto de Cesena, la Comune de Cesena, la Comune de Gatteo y la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), como parte de las jornadas italianas en la Isla caribeña.
Quien recorra esta muestra, instalada en una de las galerías del Museo Castillo de San Salvador de La Punta, tendrá la oportunidad de conocer la extraordinaria historia de una familia de ingenieros militares italianos, que estuvieron al servicio de la corona española durante el siglo XVI.
Donada a la OHCH, la exposición es muy atractiva e ilustrativa, lo cual despertará, sin duda alguna, el interés de niños, jóvenes y adultos. Las maquetas resultan muy didácticas, porque fueron elaboradas por estudiantes italianos y del proyecto A+ espacios adolescentes de La Habana Vieja, que desarrolla la OHCH desde hace varios años.
Originarios de Gatteo, pueblo ubicado en el Departamento de Forlì-Cesena, Región Emilia-Romagna, miembros de esa familia fueron precursores de la arquitectura militar italiana en las posesiones de España en América.
Siguiendo al Ejército español, Los Antonelli atravesaron Flandes, España, Portugal, la costa del norte de África y, a bordo de galeones españoles, llegaron al Nuevo Mundo y, por supuesto, a Cuba.
Estudiantes
Tras cinco años de estudio, en junio próximo Sara, Corinne, Lorenzo, Leonardo, Mattia y Andrea, de 19 y 20 años de edad, se graduarán como técnicos en arquitectura. Desde hace tres años ellos comenzaron un estudio reconocido por la Unesco sobre Los Antonelli.
Según nos explicaron Mauro Morganti, ingeniero, profesor de la escuela y coordinador del proyecto, y Camillo Giorgi, director del Instituto Técnico Garibaldi-Da Vinci, en ese período los jóvenes tuvieron la posibilidad de ir con profesores a varios sitios de ciudades fortificadas de Italia y España, y al final del proyecto viajaron a Cuba, donde construyeron también Los Antonelli. De la autoría de esa familia, en la Isla caribeña son célebres los Castillos de los Tres Reyes del Morro y el de San Salvador de la Punta, al igual que el de Santiago de Cuba.
En el primer año del proyecto los estudiantes montaron una exposición en una biblioteca italiana, en 2015, por un mes y medio; en el segundo se trasladaron a España, y sacaron las medidas, las fotos y el video del Castillo Santa Bárbara, de Alicante. Y la tercera y última etapa del proyecto se materializó en Cuba.
En general, durante ese tiempo, junto a otras decenas de alumnos de la escuela, ellos midieron, realizaron diseños a mano, en computadora y con otros instrumentos, hasta crear las maquetas que se exponen ahora de manera permanente en La Punta.
Este trabajo de las maquetas se hizo uniendo voluntades con especialistas del Ecoinstituto de Cesena, quienes durante más de diez años investigaron sobre Los Antonelli y prepararon los paneles de la muestra con la historia de la familia.
La exposición está integrada por 20 paneles y nueve maquetas, seis de italianos y tres de cubanos. Las de estos últimos son las obras ganadoras del Concurso infantil-juvenil Juan Martín Zermeño, que organizó la Asociación de amigos del Castillo de Montjuïc y la OHCH en 2015, y la del Castillo de San Salvador de La Punta (obra de Bautista Antonelli), efectuada por especialistas de ese museo con la colaboración de niños de sus talleres infantiles. La muestra evidencia un trabajo de motivar a los estudiantes por la preservación y el conocimiento de las fortificaciones, señaló Antonio Quevedo, director del Museo Castillo de San Salvador de La Punta.
Investigadores
Los especialistas Michele Ceccaroni, Piero Carusone y Daniele Zavalloni, este último director de la biblioteca del Ecoinstituto, explicaron que durante diez años estudiaron a Los Antonelli, pero poder caminar por las piedras de la antigua fortaleza de La Punta, ver sus dimensiones, vivirlo, es un aprendizaje que no se puede lograr con una década de estudios.
Argumentaron que esa familia, nacida y formada en Italia, realizó todas sus construcciones y alcanzó fama fuera de su país, por lo que allí son casi desconocidos y no existen documentos sobre su surgimiento y desarrollo. Los textos fueron encontrados en España.
Sin embargo, indicaron, cuando murió el primero de los arquitectos e ingenieros de Los Antonelli, donó todo su patrimonio a su ciudad natal y con ese dinero recibieron ayuda numerosas personas pobres.
Con mucha pasión, los investigadores trabajaron durante años; rastrearon miles de documentos, y contribuyeron con los estudiantes del Instituto Técnico Superior Garibaldi /Da Vinci, de Cesena, en la elaboración de las maquetas y paneles de la exposición Los Antonelli de Gatteo. Maestros de la ingeniería militar en la corte española del siglo XVI.
El coordinador del proyecto, Mauro Morganti, interviene para destacar la emoción que vio en los ojos de los especialistas al llegar a La Habana y montar la muestra, porque para ellos representó la materialización de un largo sueño.
Al indagar por el quehacer de los estudiantes, los investigadores manifestaron su satisfacción por el trabajo de todos. Fue una labor en conjunto; cada cual trabajó con su mejor afán hacia el proyecto, personas preparadas que entendieron el valor cultural de la muestra, la cual se corresponde con los principios de la Unesco: el turismo cultural, la conservación del patrimonio cultural, del idioma de ambos países… Todo formó parte de nuestro proyecto; fue una emoción muy grande, señaló Morganti.
Como parte de un recorrido por la fortaleza del Castillo de los Tres Reyes del Morro, apreciaron la tarja, hecha con martillo sobre la piedra, donde se dice que ahí comenzó la construcción del Morro por Antonelli. Los especialistas señalaron que, a causa del salitre del mar, el sol, los ciclones…, la escritura está un poco deteriorada y consideran que por su importancia histórica investigarán para determinar cómo puede lograrse su conservación.