Foto: Alexis Rodríguez
Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Foto: Alexis Rodríguez
“Me alegro profundamente de ser hijo de la escuela de la Universidad cubana, de la educación cubana (…) Tenemos la fortuna de tener una pedagogía asentada en una tradición tan fuerte, que ha afirmado con razón que los depositarios del sentimiento nacional fueron los maestros; los que formaron; los que completaron la obra de la familia; los que le dieron a los niños esa voz, ese libro(…)”, señaló emocionado el Dr. Eusebio Leal Spengler al recibir el título de Doctor Honoris Causa en Arquitectura que le concedió la Universidad de Oriente (UO).
En ceremonia efectuada en el Aula Magna del Colegio San Gerónimo de La Habana, Leal manifestó que “no queremos alumnos, queremos discípulos. Y para hacerlos, como decía Luz, el maestro ha de ser un evangelio vivo (…). Agradezco profundamente a esa Casa de Altos Estudios y a Santiago de Cuba, hoy todos somos hijos de aquella gran ciudad”.
El también Director de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador en Cuba, recordó a grandes figuras de la educación en la Isla, como José de la Luz y Caballero, Félix Varela y Enrique José Varona. Subrayó que esta instalación educacional alcanzó prestigio muy pronto “por partir de un núcleo selecto de la juventud de Santiago, ligada, indisolublemente, al sentimiento patriótico”.
Por su parte, la Dra. C. Elsi M. López Arias, decana de la Facultad de Construcciones, indicó que “la intensa y fructífera vida profesional y revolucionaria que ha llevado el Dr. Eusebio Leal, bastaría para señalar que es un cubano excepcional, para quien cada obra implica numerosos retos, y cada logro tiene siempre una evocación mayor”.
Añadió que “desde su designación como director del Museo de la Ciudad de La Habana, en 1967, hasta la actualidad, su obra ha ido creciendo, convirtiéndola en ejemplo a estudiar por los investigadores de la materia (…) Su destacado quehacer y constante dedicación a la conservación del patrimonio nacional lo han convertido en arquetipo de mentor para las nuevas generaciones”.
La Dra. Martha del Carmen Mesa Valenciano, rectora de la UO, dijo que el título entregado al Dr. Eusebio Leal Spengler se une a las variadas distinciones académicas recibidas como historiador, filósofo, arqueólogo…, y destacó su obra como restaurador y las mejores muestras de cómo se puede reconstruir para salvar al patrimonio.
A la ceremonia de entrega de la distinción al Dr. Leal asistieron José Ramón Saborido, Ministro de Eduación Superior y una representación de académicos de la Casa de Altos Estudios de Santiago de Cuba; profesores; ex ministros de educación en el país; rectores y varias personalidades de distintas esferas del conocimiento.
La designación Honoris Causa se concede, fundamentalmente, a personas que se han destacado en espacios profesionales, aunque no necesariamente hayan sido licenciados en esa especialidad. Es un alto honor que concede la academia a personas de un testimonio social reconocido e intachable.
Destacado por su labor como director de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, el Dr. Leal preside la Red de Oficinas del Historiador y Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba. Graduado de Licenciatura en Historia, en 1979, por la Universidad de La Habana, ostenta numerosos premios y distinciones, en Cuba y fuera de la Isla; de igual forma ha brindado sus conocimientos en universidades, museos e instituciones científicas de diferentes países.
Leal Spengler, Dr. en Ciencias Históricas y Maestro en Ciencias Arqueológicas y en Estudios sobre América Latina y el Caribe, ha descollado de manera particular por la conducción de las obras de restauración del Centro Histórico de la capital cubana y su sistema de fortificaciones militares, declarado por la UNESCO en 1982 Patrimonio de la Humanidad.
Entre los proyectos más recientes destacan la restauración del Capitolio Nacional y el plan de reanimación de la Avenida del Puerto, que defienden los valores de la arquitectura cubana. El también Premio Nacional de Historia y de Patrimonio Cultural ha sido electo diputado al Parlamento cubano durante varias legislaturas; asimismo, es miembro de la Academia Cubana de la Lengua, presidente de honor de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba, y Embajador de Buena Voluntad de la Organización de las Naciones Unidas, entre otras responsabilidades.
